Oveja canaria de pelo, raza autóctona canaria reconocida como patrimonio genético. /MAPA
Oveja canaria de pelo, raza autóctona canaria reconocida como patrimonio genético. /MAPA

Canarias reconoce quince razas autóctonas ganaderas y caninas como patrimonio genético

Estas razas no solo contribuyen al desarrollo rural y a la preservación del patrimonio zoogenético nacional y de la biodiversidad, sino que además son esenciales para el desarrollo sostenible del sector ganadero

Atlantico Hoy

El Gobierno de Canarias ha reconocido quince razas autóctonas canarias, once ganaderas y cuatro caninas, como patrimonio genético del archipiélago, informa la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria.

Con esta medida se persigue favorecer la expansión de los ejemplares de estas razas como actores fundamentales en la sostenibilidad ambiental y por su aportación a las producciones del sector primario, de manera que se alcance un incremento gradual de estas poblaciones, actualmente sometidas a diversos factores de riesgo y grados de amenaza, se indica en un comunicado.

Este reconocimiento abarca tres razas ganaderas caprinas (caprino tinerfeño, caprino majorero, caprino palmero), tres ovinas (oveja palmera, oveja canaria y oveja canaria de pelo), dos bovinas (vaca canaria y vaca palmera), una porcina (negra canaria), una equina asnal (burro majorero) y una de camélido (camello canario).

Genéticamente distintas

Ya estaban reconocidas como genéticamente distintas de otras poblaciones de la misma especie en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España a través del RD 45/2019, y que a partir de ahora gozan del nivel de protección otorgado al patrimonio genético, reafirmando así el compromiso de preservarlas como un legado irremplazable para las generaciones presentes y futuras.

Esta declaración eleva el nivel de protección de cuatro razas caninas ligadas tradicionalmente a la ganadería por sus actividades de pastoreo y manejo del ganado, la guarda, caza, compañía y otras utilidades, en concreto el presa canario, el podenco canario, el perro majorero y el pastor garafiano, tal y como recoge el RD 558/2001.

La normativa estatal considera autóctonas todas aquellas razas originarias de España de protección especial y de carácter más local, que deben ser conservadas como patrimonio genético español para favorecer su expansión y evitar su abandono y extinción, al disponer en su mayoría de escasos censos poblacionales y estar sometidas a factores de riesgo, con diversos grados de amenaza.

Desarrollo sostenible

Estas razas no solo contribuyen al desarrollo rural y a la preservación del patrimonio zoogenético nacional y de la biodiversidad, sino que además son esenciales para el desarrollo sostenible del sector ganadero.

Desde el punto de vista de la genética, la diversidad genómica ofrece a las razas mayores oportunidades de adaptación al estrés ambiental al que puedan encontrarse sometidas por lo que, cuanto mayor sea la reserva de genes, mayor será la supervivencia de esa población, en particular en términos de soportar cambios en su medio ambiente.

Aparte de las motivaciones de índole genética, existen razones productivas para la conservación de estas razas autóctonas debido al valor añadido que aportan a las producciones del sector ganadero canario, además de contribuir a al óptimo aprovechamiento de los recursos debido a su alto grado de adaptación a los ecosistemas de los que naturalmente forman parte.

Por otro lado, esta declaración responde también a motivos culturales por su fuerte arraigo de estas razas con la sociedad canaria, especialmente en zonas rurales, donde tradicionalmente propician una producción extensiva y más respetuosa con el medio ambiente, ayudan a fijar la población rural y contribuyen a mejorar la calidad de vida.