El intrusismo laboral consiste en realizar actos propios de una profesión sin poseer el título y la capacitación para ello y es, según el Código Penal, un delito. Sin embargo, son muchos los profesionales de distintos sectores los que denuncian constantemente casos por lo generalizado que está el intrusismo en sus profesiones. Es el caso, por ejemplo, de los fisioterapeutas.
Recientemente, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias ha impugnado un proceso selectivo del Ayuntamiento de Santa Úrsula, en Tenerife, que buscaba cubrir una plaza de auxiliar de clínica especializando que se buscaba un "masajista" -palabra que, por cierto, los fisioterapeutas detestan-.
"Induce a error"
Eduardo Arias Marzán, abogado de la organización, detalla a Atlántico Hoy que "dentro de las competencias de auxiliar de cínica no existe la competencia de masajista". El colegio entiende que anuncios así son "una puerta abierta al intrusismo", ya que son exclusivamente los fisioterapeutas quienes "tienen la prerrogativa para ese tipo de actividades cuando corresponden a un tratamiento sanador".
El el Juzgado Contencioso-Administrativo nº 4 de Santa Cruz de Tenerife ha citado tanto al consistorio como al colegio a comparecer sobre la impugnación para tomar una decisión. Sobre el caso, Arias Marzán explica a Atlántico Hoy que, antes de llegar a la vía judicial, se interpuso un recurso de reposición contra la convocatoria pidiendo que se retirasen las alusiones al puesto de "masajista", considerando que "inducía a error" y un "equívoco" para los usuarios del servicio en el ayuntamiento.
No obstante, según el letrado, la contestación del consistorio no fue la que el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias esperaba. "Dijeron que el servicio de masaje de ofrece como algo no terapeutico y por eso lo da el auxiliar. Evidentemente no es cierto, entre otras cosas porque la corporación ofrece en su web ese servicio sujeto a prescripción médica, con lo cual es completamente contradictorio", señala Arias Marzán.
Algo frecuente en el sector privado
El abogado señala que, si bien esta práctica no es tan habitual desde la administración pública, como sería el caso que ha impugnado el colegio en el Ayuntamiento de Santa Úrsula, sí lo es en el sector privado. "Sólo hay que darse una vuelta por determinados acontecimientos deportivos populares. Muchas veces, cuando terminan, los atletas se ponen en manos de meros masajistas que no son fisioterapeutas titulados, lo cual entraña un peligro potencial para ellos", apunta Arias Marzán.
El Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias tiene ya por hábito presentar denuncias por casos de intrusismo que, en palabras de su abogado, "se dan con frecuencia". La organización, dice, no abarca para rperseguir todos.