Aunque pueda parecer lo contrario, comprar por Internet desde Canarias puede resultar un negocio redondo para el consumidor. La mayoría de plataformas globales como Amazon o AliExpress no aplican el IVA en sus envíos al archipiélago, lo que supone un descuento automático del 21 % en el precio final. A esto se suma la exención del IGIC y del despacho aduanero en pedidos de menos de 150 euros, lo que permite que miles de paquetes lleguen a las islas libres de impuestos.
Canarias, al estar fuera del territorio IVA de la Unión Europea, opera con un impuesto indirecto propio: el IGIC, con un tipo general del 7 %. En la práctica, muchos productos adquiridos online escapan tanto al IVA como al IGIC, generando un desequilibrio fiscal frente al comercio local, que sí debe aplicar el tributo canario en todas sus ventas, por pequeñas que sean.
Ahorros sin trámites
Este periodista comprobó en primera persona cómo opera el sistema: al adquirir un objeto por valor de 119 euros en una plataforma de comercio electrónico, el sistema aplicó automáticamente una reducción del 21 % correspondiente al IVA, y el paquete llegó sin incidencias ni trámites adicionales. Esto demuestra que, con determinados productos, es posible ahorrarse varios euros de forma legal.
Según fuentes de un gran almacén consultadas por este periódico, esta situación se reproduce habitualmente con productos de electrónica como auriculares, videojuegos, accesorios de informática, así como libros u objetos no muy voluminosos, siempre que su valor esté por debajo del umbral de los 150 euros establecido para la exención de IGIC y no esté incluido en el listado de mercancías gravadas con el AIEM.
El papel de las aduanas
Aunque todo paquete que entra en las islas debe pasar por Aduanas, desde 2017 se permite la entrada sin despacho para compras de bajo valor. El trámite se simplificó aún más con la llegada del modelo H7, que el propio comprador puede gestionar en algunos casos. Esto ha facilitado una explosión del comercio electrónico en las islas, especialmente con plataformas asiáticas como AliExpress o Temu, que ajustan sus envíos a este umbral.
Eso sí, existe el riesgo de que Aduanas retenga el paquete y reclame el pago del IGIC o gestione un DUA si el envío supera el límite o si hay errores en la documentación. Esta situación es frecuente cuando se trata de empresas de mensajería privadas. Por eso, esta exención es especialmente útil para productos ligeros y no voluminosos, como electrónica de consumo, videojuegos, pequeños electrodomésticos o libros.
Desde la trinchera
Pese al diagnóstico general, no todos los comerciantes locales identifican a Amazon o AliExpress como los grandes culpables del declive del comercio de proximidad. José Santos Martín, propietario de una tienda de electrónica en Gran Canaria, ofrece un matiz relevante: “Amazon y AliExpress, dentro de lo malo, son los que menos nos perjudican. De hecho, muchas veces nos ayudan, porque nos permiten conseguir productos que ya no se venden aquí o a precios que no tenemos con los proveedores de la isla”.
José señala que la competencia realmente lesiva viene de las grandes superficies con presencia estatal: “Muchas grandes superficies venden por debajo del coste. Literalmente nos sale más barato comprar una televisión allí que a nuestros propios proveedores. Eso sí es competencia desleal. Amazon, al menos, nos da una herramienta más para sobrevivir”.
Comercios que resisten
La tienda de José Santos ha resistido en un entorno donde casi todas las tiendas de electrónica independientes han cerrado en las últimas dos décadas. Su receta combina especialización en gaming, atención personalizada y cierta flexibilidad en márgenes: “Tenemos secciones como las televisiones con precios más elevados, sin complejos. Lo compensamos con otros productos que nos dan más rentabilidad. Y como damos financiación, la clientela nos es fiel”.
Este tipo de adaptación contrasta con la situación general. Según datos de CECAPYME, más del 60 % de las tiendas online de la península no venden al archipiélago, y apenas el 4 % ofrece envíos urgentes. La desconexión logística, unida al tratamiento fiscal favorable a las plataformas externas, ha dejado en desventaja competitiva a cientos de pequeños negocios, así como a grandes superficies que operan en las islas.
Hacia un nuevo equilibrio
El Gobierno de Canarias anunció a principios de este año que estudia revisar la franquicia fiscal para este tipo de envíos. El objetivo sería que plataformas como Amazon o AliExpress empezaran a cobrar el IGIC en el momento de la compra, remitiéndolo directamente a Hacienda. De este modo, se reducirían trámites para el consumidor y se nivelaría la carga fiscal respecto a las tiendas físicas.
En 2021, la Unión Europea adoptó una medida similar: eliminó la exención del IVA para pedidos de menos de 22 €, exigiendo a los e-commerce tributar desde origen. Canarias podría replicar este modelo con su propio impuesto. Mientras tanto, el comercio local sigue compitiendo con desventaja fiscal, logística y de volumen. Algunos, aguantan. Pero lo hacen nadando contracorriente, en un mercado cada vez más globalizado.