Después de pasar por años malos, los agricultores canarios respiran durante este año gracias a una mejoría notable de la cosecha de papas. Aún así la mirada está puesta en el almacenamiento, ya que se están produciendo algunos problemas en ciertas zonas debido a la falta de cámaras que tengan condiciones apropiadas de frío para su acopio.
Este pasado lunes el consejero del Sector Primario del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, apuntó en Comisión Parlamentaria que en 2014 la superficie de cultivo era de 5.000 hectáreas pasando ahora a las 3.500. Lo mismo ocurrió con las toneladas de producción, de 104.000 a las 78.000 de 2023. A la espera de que termine el año, el consejero insiste en la esperanza de que aumenten.
A principios de este año parecía que las condiciones iban a ser mucho mejores, pero hay dos factores que están afectando: el mildiu y la polilla guatemalteca.

"No es igual a otros años"
El secretario general de Asaga Canarias, Theo Hernando, explica que el hecho de que se alargasen las lluvias ha favorecido a la entrada del hongo mildiu, sobre todo en el norte de las Islas. "La planta se ha ido debilitando y la producción no ha sido la esperada inicialmente. Aun así, no es el mismo nivel de pérdida que otros años", valora.
A esto se añade la detección de la polilla guatemalteca en algunos puntos del norte de Tenerife. "Todavía es muy pronto, pero ya se está detectando tal y como ha pasado otros años. El problema es que la polilla causa grandes daños, pero los agricultores señalan que no será como en otros años que ha dejado pérdidas de más de un 70%. Es pronto, pero estimamos que ahora esté entre un 20 y un 25 por ciento", subraya con cautela.
Cámaras
Otro contratiempo que se suma son los problemas que están teniendo en algunas zonas por la falta de espacio para el almacenamiento de la cosecha. "No tenemos muchas cámaras con las condiciones apropiadas de frío para guardar las papas", resalta Hernando.