En un momento de encarecimiento del mercado inmobiliario y dificultad para acceder a la vivienda, las donaciones y herencias de mayores de 65 años están adquiriendo un papel decisivo en España. Así lo recoge el último informe del Centro de Información Estadística del Notariado (CIEN), que sitúa a Canarias en un punto intermedio dentro del conjunto autonómico, con entre 58.000 y 82.000 actos notariales registrados en 2024 vinculados a adultos mayores.
Y es que, dentro del mercado inmobiliario, aunque las compraventas siguen siendo el grueso de las operaciones - con un aumento del 4,3% respecto a 2023 -, las donaciones crecieron aún más (6,8%), según los datos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre transmisiones de viviendas.
Donaciones de viviendas
El estudio del CIEN destaca que los testamentos, las herencias y las donaciones concentran la mayor parte de la actividad notarial en todo el país. A nivel nacional, los testamentos abiertos representaron el 51,5% de los documentos autorizados el pasado año, seguidos por las adjudicaciones de herencia (19,4%) y las donaciones (13,8%). Estas últimas han mostrado un crecimiento sostenido del 127% entre 2017 y 2024, impulsadas en buena medida por el apoyo de padres y abuelos para facilitar el acceso de las nuevas generaciones a la vivienda.
En cuanto a las comunidades autónomas, Canarias se sitúa junto a Galicia, Castilla y León y País Vasco en el grupo de comunidades con actividad notarial intermedia, entre las 58.000 y 82.000 operaciones en 2024. Aunque no se encuentra entre las regiones con mayor número absoluto de actos —como Cataluña, Andalucía o Madrid, que superan los 200.000—, el archipiélago refleja una intensificación del uso de los servicios notariales, especialmente en lo relativo a donaciones de vivienda.
De generación a generación
A nivel estatal, las donaciones totales aumentaron un 9,8% en el primer semestre de 2025, mientras que las donaciones que incluyen vivienda crecieron un 1,7%, con más de 25.000 operaciones en solo seis meses. En el caso de las herencias, los datos muestran una leve desaceleración: 140.851 actos de herencia con vivienda entre enero y junio de 2025, un 2,6% menos que en el mismo periodo del año anterior.
El Consejo General del Notariado subraya que las donaciones y herencias equivalen ya al 64% de las compraventas de vivienda en España. Solo en 2024, se donaron 54.735 viviendas y se heredaron más de 403.000, cifras que reflejan cómo las transmisiones patrimoniales de generaciones mayores a las más jóvenes se están convirtiendo en una vía para poder acceder a una propiedad.
Envejecimiento
Esta tendencia es producto del envejecimiento de la población, según el informe. España cuenta ya con más de 10 millones de personas mayores de 65 años, 398.436 de ellas en Canarias, y se espera que este grupo alcance el 30% de la población nacional en 2055. Esto, sumado al valor de la vivienda y la caída de la natalidad, ha reconfigurado el modo en que las familias polanifican su patrimonio, en palabras de los notarios.
En Canarias, una de las comunidades donde más ha crecido el precio medio de la vivienda en los últimos años y marcada también como una de las regiones con los salarios jóvenes más bajos, estas transmisiones entre familiares han marcado un sendero más habitual en el mercado inmobiliario.
Beneficios fiscales
Y es que, dentro de todo lo malo, el Archipiélago cuenta con una ventaja en este sentido. En las Islas, el impacto de las herencias y donaciones está directamente relacionado con un marco fiscal más favorable que el de otras comunidades. Desde septiembre de 2023, el Archipiélago aplica una bonificación del 99,9% en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) para los familiares más directos —descendientes, ascendientes y cónyuges— tanto en las transmisiones por herencia como en las donaciones en vida.
Esto convierte a Canarias en una de las regiones con menor carga impositiva para este tipo de operaciones en toda Canarias, ya que la mayoría de canarios que heredan o reciben una donación de un familiar directo no pagan prácticamente nada de impuesto, aunque siguen obligados a presentar la correspondiente autoliquidación ante la Agencia Tributaria Canaria.
Solo los parientes más lejanos, como tíos, sobrinos o personas sin vínculo familiar directo, quedan fuera de la bonificación total y tributan en función del grado de parentesco y el valor de los bienes transmitidos.


