Maximiliano Díaz se dirige a una de las nuevas promociones de estibadores del Puerto de Las Palmas. / AH
Maximiliano Díaz se dirige a una de las nuevas promociones de estibadores del Puerto de Las Palmas. / AH

Los estibadores anuncian más incorporaciones si sigue la línea ascendente del Puerto de Las Palmas

Noventa jóvenes, con 14 mujeres al frente, comienzan a formarse en los muelles, una actividad dura pero en "condiciones dignas" para prosperar, destaca el líder del colectivo, Maximiliano Díaz. La plantilla se actualizó en 2024 con otros 103 empleados

El colectivo de estibadores del puerto de Las Palmas ha reforzado su plantilla con noventa nuevas incorporaciones, de las que catorce son mujeres.

Durante la mañana de este miércoles, los aspirantes han superado un "exhaustivo proceso de selección", con distintos exámenes médicos, psicotécnicos y entrevistas personales, incorporándose a su puesto para dar comienzo al proceso de formación, que durará todo este año, informa la coordinadora en un comunicado.

Oportunidad

La renovación de la plantilla "es una clara apuesta" por el "trabajo de calidad" para "dar oportunidad a los jóvenes de comenzar a construir sus vidas laborales en condiciones dignas", en "contraposición a la precariedad imperante".

La estiba, eso sí, es una actividad dura, incluso penosa en algunas situaciones, pero ya no siempre forzada, que se desarrolla en un "entorno peligroso" y a turnos que abarcan las 24 horas de todos los días del año.

Más incorporaciones

Estos noventa nuevos estibadores se suman a los ciento tres que se incorporaron el año pasado. Si el puerto sigue con este nivel de actividad, anuncian desde el colectivo, "no serán los últimos". Está previsto que en los próximos ejercicios sigan incorporándose trabajadores para cubrir las jubilaciones.

Maximiliano Díaz, coordinador de los estibadores canarios, es consciente de que "los tráficos en los puertos dependen de múltiples factores”, como las ETS, que son las tasas portuarias para gravar las emisiones contaminantes de las navieras en Europa, pero no en el resto de los puertos.

Esas tasas, que preocupan a los estibadores junto a los conflictos mundiales existentes, "encarecerán los tráficos cautivos del continente y pueden desviar los de trasbordo a enclaves extracomunitarios", explica Díaz. "Por eso preferimos ser prudentes, pero si el puerto de Las Palmas continúa en esta senda ascendente, en los próximos años habrá nuevas incorporaciones", añade.

Competitividad y descanso

El objetivo es dotar al recinto de "dinamismo y fuerza para que siga siendo competitivo", además de ofrecer una oportunidad de trabajo de calidad a las nuevas generaciones y dar descanso a los estibadores mayores.

Y es que las propias características de la actividad y su entorno propician una pérdida de facultades "notable", que conlleva la jubilación anticipada respecto a otras profesiones, destaca Díaz.