Canarias cerrará 2025 con más de 18 millones de visitantes, un nuevo récord de facturación turística y una cifra de ocupados que supera el millón de trabajadores, según los principales indicadores económicos del sector. Los datos confirman un ejercicio histórico para la principal industria del Archipiélago, pero también esconden tensiones estructurales que amenazan la sostenibilidad del modelo, tal y como recoge el documento Apuntes del Foro Canarias 2025.
El informe define el momento actual como una “euforia contenida” y llama a la prudencia. Pese a que el gasto turístico total se mantiene en crecimiento y ronda los 23.000 millones de euros, el ritmo se desacelera de forma evidente. Tras varios años —entre 2022 y 2024— con incrementos cercanos a los 3.000 millones anuales, 2025 marca una inflexión, sostenida más por el aumento del número de turistas que por un mayor desembolso individual. De hecho, el gasto por turista y el gasto medio diario registran un ligero retroceso interanual, asociado a estancias más cortas y a la reducción de consumos adicionales.
¿Cambio de ciclo?
Aun así, el Foro Canarias subraya la fortaleza del turismo como bien de consumo. “La buena noticia es que el turista quiere viajar a toda costa, mientras pueda económicamente”, señala el documento, que interpreta este comportamiento como una resistencia notable del sector frente a la inflación. No obstante, añade una advertencia clara: Canarias podría estar entrando ya en un cambio de ciclo, que conviene gestionar con antelación para evitar un ajuste brusco.
El principal factor de desequilibrio no se encuentra en los aeropuertos ni en los hoteles, sino en el ámbito social. La escasez de vivienda es definida como “el mayor desequilibrador social del momento”, resultado de una combinación de causas estructurales: la ausencia de nueva construcción desde la crisis de 2008, la expansión del alquiler vacacional, la compra de inmuebles por no residentes y los efectos de la legislación estatal en materia de vivienda. La declaración de emergencia habitacional aprobada en enero de 2024, según el análisis, no ha producido avances notables.
Incompatible
El documento introduce un enfoque clave para la economía turística: la capacidad de carga social. Frente a décadas de planificación basada casi exclusivamente en criterios medioambientales, el Foro recuerda que los destinos tienen también capacidades ecológicas, infraestructurales, psicológicas, económicas y sociales. Y es precisamente esta última la que se ha visto más deteriorada. “La actividad turística no puede ser sostenible si este componente social está fuera del equilibrio”, advierte el texto.
Los indicadores sociales refuerzan esta tesis. Canarias se sitúa en posiciones rezagadas en informes nacionales sobre calidad de vida, riesgo de pobreza, atracción y retención de talento y bienestar general. A ello se suman otras tensiones estructurales, como la congestión de las principales autovías, las dificultades en la implantación de la FP dual o los problemas de salud vinculados a la mala alimentación. El impacto demográfico es especialmente preocupante: la tasa de fecundidad cae hasta los 0,8 hijos por mujer, la más baja de España y una de las menores de la Unión Europea.
Jafar Jafari
En este contexto, el Foro Canarias recupera una advertencia formulada durante años por el profesor Jafar Jafari, doctor honoris causa de la ULPGC: “Un lugar bonito para vivir, es un lugar bonito para visitar, y viceversa”. El mensaje es directo: cuando un territorio deja de ofrecer bienestar a sus residentes, su atractivo turístico acaba resintiéndose.
Otro de los grandes cambios estructurales señalados es la transformación de la oferta alojativa. En 2025, las camas de alquiler vacacional ya igualan en capacidad potencial a las del alojamiento tradicional y suponen cerca de un tercio de la oferta disponible. Aunque este modelo maximiza las rentas individuales de los propietarios, el informe subraya que aporta menos gasto turístico, menor tributación y menos empleo directo, reduciendo su contribución al reparto general de la riqueza. Una parte relevante de los turistas que visitan Canarias, concluye el análisis, genera hoy un menor retorno económico para el conjunto del territorio.
Competencia internacional
A este escenario interno se suma una competencia internacional cada vez más agresiva. Destinos como Marruecos, Egipto o Turquía avanzan con fuerza, apoyados en nuevas infraestructuras, productos turísticos modernos y una relación calidad-precio muy competitiva. Todo ello coincide con la previsión de una contracción del consumo en los mercados emisores y con un contexto geopolítico internacional incierto y expuesto a “cisnes negros”.
La conclusión del Foro Canarias es clara: los récords de 2025 no garantizan el futuro. El Archipiélago se enfrenta a retos urgentes en materia de vivienda, calidad de vida, demografía, formación y modernización de infraestructuras, todos ellos atravesados por un mismo denominador común: la sostenibilidad social. Sobre ese pilar, sostiene el documento, deberá construirse la próxima etapa del modelo turístico y económico de Canarias si se quiere preservar su prosperidad a largo plazo
