Las críticas realizadas por el Cabildo de Gran Canaria a la misión comercial organizada por Proexca y Fedeport al puerto de Dajla, en el Sáhara Occidental, han causado malestar en el Puerto de Las Palmas, sobre todo entre los empresarios asociados a la Federación Canaria de Empresas Portuarias (Fedeport), colectivo que tiene pensado abordar el asunto en su junta de este jueves.
La organización empresarial rechaza contestar al presidente del Cabildo, Antonio Morales, que considera la visita “un error estratégico” que expone a Canarias a riesgos económicos, políticos y reputacionales.
Competencia directa
Morales, además, recuerda que Dakhla Atlantique es un proyecto valorado en 1.300 millones de euros promovido por Marruecos, cuyo objetivo es convertirse en un gran nodo logístico entre África, Europa y América, captando tráficos internacionales y restando clientes a los puertos canarios.
Por eso critica que las empresas portuarias canarias se posicionen en un enclave diseñado para "competir con el Puerto de La Luz y de Las Palmas", que es un “motor esencial” para la diversificación económica, el empleo y la conectividad de Gran Canaria, asegura.
Puntos de vista diferentes
Los empresarios portuarios consultados de Fedeport, en cambio, lamentan la postura de Morales, que está "mal informado" y se "equivoca" en el objetivo de la expedición a Dajla, a la que también asistieron responsables de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP).
Según estas fuentes, la idea era conocer de primera mano el puerto marroquí, un gigante que hará "mucho daño" a los puertos canarios en términos de competitividad.
Contradicción
Proexca, sin embargo, es una empresa del Gobierno de Canarias creada para la promoción exterior. En la convocatoria de la misión, de hecho, se anima a los interesados a apuntarse para "identificar oportunidades de inversión y colaboración, establecer alianzas con actores estratégicos del sector marítimo-portuario y asegurar la expansión de tu negocio en un mercado vecino en pleno desarrollo", porque "es el momento de que tu empresa forme parte del crecimiento de esta plataforma tricontinental", recoge la campaña lanzada por la empresa pública.
Otra de las patronales del Puerto de Las Palmas, Oneport, sí cuestiona la estrategia y el enfoque de estas visitas exteriores. Según su presidente, José Mayor, estas visitas hay que "mirarlas mucho más detenidamente" porque, si bien el objetivo es "ampliar nuestro mercado", hay veces que "uno equivoca planteamiento y lo que hace es perder el viaje y dejarse algo en el camino".
El foco de la preocupación es claro: los puertos emergentes en el Atlántico, como Dajla, se han consolidado como una amenaza directa para el sistema portuario canario.
"Está súper claro de que estos puertos van a ser una competencia fuerte y directa con otros puertos y que ellos tienen mucho más apoyos que nosotros," señala Mayor.
Lucha desigual
Oneport considera que Marruecos tiene el respaldo de la comunidad económica europea y mantiene buenas relaciones con Estados Unidos, Rusia y China, mientras que en Canarias "dependemos exclusivamente de la gestión de nuestros políticos de cara a Europa", opina esta patronal.
Mayor recuerda la necesidad de defender los activos construidos por el Puerto de Las Palmas, una infraestructura "fronteriza" que es "clave" para la economía de las islas, con una situación estratégica y estructura tecnológica "importante", que vive del tránsito de los buques en un 80 %. De ahí la necesidad de "defender lo construido" y "no quedarnos fuera de fuego".
Más moderada en su crítica se muestra la Asocelpa, que representa a las empresas estibadores y consignatarias. El colectivo prefiere no entrar en cuestiones políticas, pero sí "recuerda que competimos con todos los puertos de la zona, incluso en una situación de desventaja por el gravamen de las ETS", lo cual "nos perjudica de lleno en beneficio de nuestros competidores inmediatos", destacan.