Miguel Torres: "Gracias a Canarias nuestros vinos se han dado a conocer en otros países"

Cuando cumplen 50 años de presencia en Canarias, el director de Bodegas Torres analiza para AtlánticoHoy las claves que les han llevado a ser la 'marca más admirada del mundo'

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Con 150 años de historia, Bodegas Torres es 'la más admirada del mundo', según los profesionales del sector, clasificación que ha liderado en varias ocasiones en respuesta a criterios como la constancia y mejora de su calidad, su elaboración de vinos singulares, cómo consiguen transmitir su lugar de procedencia o su impuslo por la recuperación de variedades ancestrales, entre otros factores. 

Asimismo, su director general, Miguel Torres, es ejemplo de la implicación de esta empresa familiar en la sostenibilidad social, ambiental y financiera. Tras la crisis derivada del terremoto de 2010 en Chile, país donde fue presidente ejecutivo de Miguel Torres Chile desde 2009 a 2012, orientó la bodega hacia el  denominado ‘comercio justo’, siendo una de las primeras bodegas privadas en tomar este camino. Esta acción definió la estrategia futura de la bodega, con una clara apuesta por la sostenibilidad, la viticultura orgánica y los vinos de gama alta

Cuando celebra el medio siglo de su presencia en Canarias, Miguel Torres, representante de la quinta generación de esta familia que ha llevado su pasión por el vino a lo más alto, analiza en esta entrevista al medio digital canario AtlánticoHoy cuestiones tan importantes para el sector como la lucha contra el cambio climático y sus efectos sobre las cosechas, además de la gran pujanza de su marca en los mercados internacionales, su relación con las Islas y su decidida apuesta por la viticultura ecológica.

¿Por qué es la marca de vinos más admirada del mundo?
Estamos muy contentos por este premio, pero nosotros continuamos trabajando todos los días, haya premios o no.Somos una empresa familiar. Llevamos ya cinco generaciones haciendo vinos con nuestra marca. Como viticultores nos remontamos al año 1628 y hemos tenido la suerte de continuar haciendo lo que nos gusta. Estamos exportando a unos 160 mercados hoy en día, exportando un 70 por ciento, y pienso que, después de tantas generaciones, tanto tiempo y pasión invertidas, agradecemos mucho que nos den este tipo de premios.

Usted, en una intervención, recordó que su abuelo decía que para llegar a los mercados necesitaban tres cosas: idiomas, un producto de calidad y una maleta para salir a vender al mundo. Con esas premisas, ¿en qué momento se encuentran de expansión y crecimiento de la marca?
Esas palabras las decía siempre mi abuelo. La verdad es que continuamos haciendo exactamente lo mismo porque viajamos muchísimo, intentamos hablar idiomas, dar a conocer el producto, que es el que llevamos en la maleta siempre. Estamos en un momento muy interesante, en la transición entre la cuarta y la quinta generación. En cada generación intentamos ir un poco más allá. Mi tatarabuelo fue el fundador. Mi bisabuelo, aparte de vino, empezó a hacer un poco de brandy. Mi abuelo empezó a embotellar el vino, que en aquella época era como una locura. Él decía que los grandes vinos en Burdeos o en Borgoña se embotellan y que el suyo también tenía esta calidad. Mi padre empezó a hacer algunos vinos de fincas particulares más singulares, como fue Mas las Plana.Y para mi hermana y para mí ese es el camino que queremos seguir. Estamos en un periodo en el cual adquirimos propiedades cada vez más especiales, históricas. Por ejemplo, en la región del Priorat, que para mí es mágica, una Denominación de Origen que hace grandes vinos, recientemente se ha lanzado un vino que se llama 'Mas de la Rosa', procedente de 1.9 hectáreas, quizás el vino más exclusivo que hemos hecho jamás y que realmente te transmite este paisaje, el lugar de donde procede. También te puedo contar proyectos en Costers del Segre. Estamos comprando más viñas en Rioja y en la ribera del Duero, pero siempre propiedades muy especiales. Viña vieja y con una gran calidad de la materia prima, que es lo que se necesita para empezar a hacer un buen vino.

"Hemos tenido un gran apoyo en Canarias esos 50 años y gracias a esto, de alguna forma, también nuestros vinos se han dado a conocer en otros países del mundo. Siempre hemos tenido una deuda con Canarias y siempre hemos intentado estar aquí"

¿Cuáles son las tendencias del mercado del vino y qué valores aporta su marca en este sentido?
Siempre hay tendencias, pero nosotros no nos movemos tanto por ellas. Somos una familia y, al final, el vino que hacemos es el vino que nos gusta a nosotros, básicamente. Todas las semanas nos reunimos para catar: yo, mi hermana, mi madre y decidimos cuáles van a ser los ensamblajes finales de cada uno de los vinos. Con el tiempo hemos visto que esto gusta a la gente. Pienso que tenemos una buena conexión y cada día nos vamos a dormir tranquilos pensando en que hacemos los vinos que a nosotros nos gustan. Nadie nos impone nada, y eso es una gran ventaja.

La apuesta por la sostenibilidad y la certificación en viticultura ecológica ha sido un reto para la familia Torres En estos momentos ¿qué nuevos propósitos tienen? ¿Y qué balance de superficie han convertido en ecológica?
Nosotros ya tenemos casi la mitad del viñedo en viticultura ecológica, pero también tengo que decir que el gran reto que tenemos hoy en día, que nunca antes lo habían tenido las generaciones anteriores, es el cambio climático. Es algo que nos tomamos muy, muy en serio porque la planta de la vid es muy sensible a los cambios de temperatura. Ya estamos hablando de que sí o sí vamos a incrementar más de dos grados, y a finales de este siglo podemos estar incrementando hasta cinco grados. Estas son las predicciones. Desde el 2008, cuando fuimos conscientes del cambio climático, hemos bajado ya casi al 30 por ciento de las emisiones por botella de vino que hacíamos en aquella época. Donde más nos estamos preparando es en buscar nuevas variedades de uva que puedan afrontar el cambio climático, así como nuevos entornos, nuevos paisajes, que por tener temperaturas más bajas, por ejemplo, Los Pirineos, se van a poder hacer muy buenos vinoss allí en el futuro. Es un proceso de adaptación muy necesario, que todo el mundo sea consciente de que hemos de cambiar cosas en nuestras vidas porque el cambio climático es un gran reto para todos.

"Ya tenemos casi la mitad del viñedo en viticultura ecológica, pero también tengo que decir que el gran reto que tenemos hoy en día, que nunca antes lo habían tenido las generaciones anteriores, es el cambio climático"

La familia Torres ha rescatado del olvido variedades de uva, como la Forcada, entre otras. ¿Cuáles cree a día de hoy que son los mayores logros en la reintroducción en la viticultura tradicional?
Es muy curioso cómo estas variedades antiguas, en algunos casos, nos pueden dar una solución hacia el futuro. Escogemos la Forcada porque tiene una acidez fantástica y muy tarde, y esto es algo que necesitamos cuando luchamos contra el cambio climático. Variedades que tengan este frescor, alcoholes más moderados, y es muy curioso cómo estas variedades antiguas nos pueden ayudar a hacer mejores vinos.Creo que España en general, y también Canarias en particular, son lugares donde encontramos variedades antiguas muy especiales. En Cataluña, Canarias, Galicia, por ejemplo, lugares donde se han producido muchas mutaciones y hay una cantidad de variedades desconocidas que es impresionante. Hay mucho trabajo por hacer allí porque estos vinos nos pueden dar la singularidad y autenticidad de cara al futuro.

El enólogo de su Bodega Jordi Foraster entiende que un gran vino es como “algo cercano a una obra de arte. ¿Y para usted qué es un gran vino?
Digamos que antiguamente se distinguía más entre mejores y peores vinos, pero yo creo que eso está pasando un poco de moda. Lo que estamos buscando son vinos que reflejen el lugar de donde procede, que reflejen un paisaje, una identidad concreta. Luego a uno le van a gustar más o menos, pero todo vino tiene que reflejar esa identidad. De alguna forma, tiene que acabarse el hacer vinos por criterio de estandarización, en lugar de vinos con más identidad.

"Todo vino tiene que reflejar esa identidad. De alguna forma, tiene que acabarse el hacer vinos por criterio de estandarización, en lugar de vinos con más identidad"

El binomio gastronomía/vinos y turismo han ido de la mano con la marca Torres. ¿Qué destacaría de esta larga relación?
Para nosotros este binomio ha sido muy importante y lo continúa siendo. Llegamos a Canarias hace 50 años, de hecho estamos celebrando este 50 aniversario de nuestra presencia aquí en Canarias, y ha sido muy positivo. Nosotros partimos de una premisa en la que, si aquí venía más gente, era necesaria una formación, un servicio que se pudiera dar a los restaurantes y los hoteles para que la experiencia en general fuera mejor. Aquí nos recibieron muy bien. Hemos tenido un gran apoyo esos 50 años y gracias a esto, de alguna forma, también nuestros vinos se han dado a conocer en otros países del mundo. Siempre hemos tenido una deuda con Canarias y siempre hemos intentado estar aquí. Recuerdo, por ejemplo, los incendios en Tenerife y que rápidamente nuestra familia decidió que tenía que ayudar y colaborar en la replantación de los bosques. O por ejemplo, cuando hemos intentado entender un poco más las variedades antiguas por ejemplo en La Gomera. Allí se hizo un ejercicio de colaboración para identificar mejor esas variedades y saber sus aptitudes. Para nosotros Canarias es un lugar muy cercano y al que verdaderamente tenemos mucho cariño.

Miguel Torres | AHMiguel Torres en el set de grabación de AtlánticoHoy | AH

Canarias trabaja en el desarrollo del turismo gastronómico como potencial, algo que desde las Instituciones Públicas han brindado su apoyo ¿Qué opina de la evolución que ha tenido la restauración en las Islas?
Pienso que ha sido positiva. Cada vez encontramos más restaurantes de más nivel. Intentan crear esta experiencia. Es una cocina que, por suerte, continúa muy basada en la materia prima, la gran materia prima que hay en Canarias, y en este aspecto tiene mucho, mucho futuro. Yo diría también que es importante empezar a pensar en que el turismo en el futuro, y nosotros lo estamos viendo con los vinos. La ecología se está convirtiendo en algo cada vez más importante y Canarias podría ser líder del turismo ecológico porque estamos en un entorno, unos paisajes fantásticos. Podemos tener energía alternativa del sol, del viento y de alguna forma pienso que es importante que la gastronomía vaya transmitiendo esto: ese amor a la tierra, hacia la ecología.


Sabemos que elPenedés se está fortaleciendo desde el punto de vista del enoturismo. Al igual que usted defiende también que canarias es curiosa, singular, ¿Qué tiene que ofrecer el Penedés a los canarios para que se animen a tomar un vinito allí?
El Penedés es la tierra donde yo nací. Solo puedo hablar cosas buenas, me gusta mucho. Es un lugar muy cerca de Barcelona, en media hora o 40 minutos puedes estar en el Penedés, y yo pienso que es como una pequeña Toscana, con estas masías, estas casas en el campo donde antiguamente se hacía vino, aceite, paisajes de bosques, de viña, esas tradiciones. Verdaderamente uno puede tener una experiencia rural, de contacto con sus paisajes y gentes y con una gastronomía también muy especial. Obviamente, también los vinos. Hay una gran tradición. El Penedés es la segunda zona más antigua de España en producción de vinos, Hace 2.700 años llegaron los fenicios y enseñaron las técnicas de vinificación que ayudaron a hacer mejores vinos en aquella época. Es un lugar histórico, con una gran arqueología e historia.