El fuego acaba con un histórico del Puerto de Las Palmas y vuelve a dar la puntilla a la pesca fresca en el principal recinto portuario de Canarias.
El 'Montes y Sabino', que ha zozobrado en la costa de Telde tras incendiarse este miércoles, tenía su base en La Luz y era el único pesquero artesanal activo tras el descalabro del banco canario-sahariano, con la pérdida de toda la flota asociada al antiguo acuerdo de pesca con Marruecos.
Fábrica de hielo
Hace año y medio, poco antes de quemarse la nave de Frigoríficos Hispano Suizos (Frisu), el propio armador del pesquero, Juan Morera, explicaba que era el único faenando en ese caladero.
El empresario, igual que sus colegas de la Cooperativa de Pescadores de San Cristóbal, apostaban entonces por reactivar las descargas de las capturas frescas en La Luz, gracias a un pantalán específico para esas pequeñas embarcaciones artesanales y, sobre todo, a la puesta en marcha de una máquina de hielo destinada a cubrir la demanda de la pesca diaria.
La máquina de hielo, a los pocos meses de entrar en funcionamiento, ardió con el almacén de Frisu, que sigue cerrado, truncando el proyecto de recuperar esas descargas por parte de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP).
Barco de madera
El 'Montes y Sabino', además, era el único pesquero de estas características que tenía su base en La Luz, concretamente en el muelle Pesquero.
Se trata de una barco tradicional, de casi 20 metros de eslora, casco de madera y 300 CV de potencia, que comenzó a faenar en septiembre de 1996, según recoge el Registro General de la Flota Pesquera, que gestiona el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El 'Montes y Sabino' solía hacer unas 10 toneladas de pescado cada 15 días, sobre todo durante la campaña del atún. Tenía licencia para practicar palangre de fondo en aguas internacionales y terceros países, como el cercano Marruecos.
Tripulación rescatada
Este miércoles, cuando se produjo el incendio, no estaba faenando, sino en viaje de posicionamiento. Navegaba con tres tripulantes, 2.000 litros de gasoil y otros 50 de aceite.
Los marineros fueron auxiliados por un barco que estaba cerca, tras lanzarse los tres al mar, y están bien de salud.
Lo que preocupa ahora a Capitanía, Salvamento Marítimo, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Gran Canaria es la evolución de los hidrocarburos vertidos por el pesquero.
Condiciones favorables
Si el viento y el mar no cambian, la mancha de gasóleo se aleja hacia el Sur de forma paralela a la isla, por lo que no se prevé que afecte a las playas ni al resto del litoral.
El director general de Emergencias del Gobierno de Canarias, Fernando Figuereo, aclara que no se ha restringido la navegación. Las condiciones, además, son "favorables" para que el vertido no impacte en la costa de Gran Canaria.
El combustible derramado abarca una superficie de mar de 100 a 150 metros de ancho y de 1,8 kilómetros de largo. Al ser gasóleo, un hidrocarburo más ligero, las embarcaciones de Salvamento Marítimo han trabajado en su dispersión mecánica frente a la costa de Arinaga, al sureste de Gran Canaria.
Esta maniobra consiste en pasar una y otra vez sobre la marcha para dispersarla, con la intención de que no llegue a la costa.
Alerta
Con todo, pese a la evolución favorable del vertido, el Gobierno de Canarias tiene en alerta a los municipios de Telde, Ingenio, Agüimes, Santa Lucía de Tirajana y San Batolomé de Tirajana, al tiempo que Capitanía Marítima de Las Palmas mantiene activado el Plan Marítimo Nacional en fase de emergencia situación 1.