La empresa Rodritol, que gestiona un taller para reparar yates en el Puerto de Las Palmas, asegura que se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para solucionar las dudas sembradas por su actividad.
Urbanismo, tras una denuncia de un vecino por ruidos, ha abierto un expediente a la compañía por carecer de licencia o de título habilitante para ejercer la actividad, pero la compañía replica que sí cuentan con la declaración responsable para abrir el negocio.
Todo en orden
La empresa, a través de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP), sostiene que tienen "todo en orden", incluida la declaración responsable que les permite trabajar mientras se tramita el permiso definitivo.
También aseguran que no han recibido ningún requerimiento con el cese de la actividad y esperan resolver la situación con el Ayuntamiento. Desde el gabinete de prensa municipal, tras la información publicada por La Provincia con la advertencia de cierre, afirman que no hay novedades con respecto a dicha notificación.
Polémica
"Confiamos en que este asunto quede aclarado y solventado a la mayor brevedad", añade la APLP, que es conocedora de la denuncia vecinal por ruido y ha presentado alegaciones porque es la propietaria del suelo cedido a Rodritol para abrir el taller de reparaciones en régimen de concesión.
El centro para reparar grandes yates es un proyecto del mandato anterior que no está del todo terminado y que fue rechazado por los vecinos de La Isleta, preocupados por la cercanía al barrio y las molestias que esta industria pueda ocasionar a los residentes.