El sector vitivinícola canario denuncia que se encuentra sumergido en una crisis importante debido a la pérdida de cultivos. Juan Jesús Méndez, presidente de Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO), expresa que a pesar de que la exportación está creciendo, así como el interés por el vino canario desde el exterior, no hay suficiente producción derivada de la perdida de terreno.
En la actualidad, el sector vitivinícola recibe una ayuda de 200 euros por hectárea, algo que consideran insuficiente. En este sentido comparan la situación de Canarias con territorios similares como Madeira, donde afirman que reciben también una ayuda por kilo producido. Además, demandan una mejora del seguro agrario, ya que, para ellos, no responde a las demandas del sector y está causando la falta de relevo generacional.
Posei insuficiente
El presidente de AVIBO afirma que se está perdiendo una media de 300 hectáreas anuales debido a la falta de rentabilidad. La ayuda Posei -subvención que compensa la dificultad de competir con productos que vienen del exterior- supone en la actualidad su principal problema.
‘’Falta material vegetativo que sea productivo y esté saneado, por lo que el rendimiento de la producción por hectárea es muy baño. Además, aquí el cartón y el vidrio es más caro que el que se utiliza en Europa por la lejanía y el transporte. Asimismo, tenemos una orografía que dificulta la mecanización del cultivo semiartesanal y por lo tanto es más caro, necesitamos una que se compense como en otros sectores como el aguacate o el plátano’’, explica Méndez.
El descontento es generalizado en el sector vitivinícola, ya que consideran que el trato hacia el mismo no está siendo el correcto, señalando que si la situación continua de esta manera acabará como un sector marginado. ‘’Los 200 euros por hectárea no van a solucionar nada. Nosotros proponemos que la ayuda por superficie se complemente con una ayuda a la producción, ya que eso permitiría obtener un Posei en condiciones’’.
En este sentido, Méndez explica que el único objetivo es evitar el abandono masivo, así como la falta de relevo generacional. En relación con este relevo, menciona que llevan ‘’muchos años’’ denunciando que el seguro agrario no responde a las necesidades del sector debido a que ‘’no cubre los riesgos’’, expresando así que los vinicultores ‘’no se sientes protegidos ante un problema, por lo que dificulta mucho que los jóvenes se incorporen a un sector con estas condiciones’’.
‘’No podemos producir lo suficiente para la gran demanda que hay’’
Juan Jesús Méndez apunta que Canarias en la actualidad ha conseguido un mayor reconcomiendo a nivel internacional ante la crítica y los especialistas, recuperando así un mercado de exportación ‘’que perdimos durante un tiempo’’.
‘’El problema es que no producimos suficiente para la gran demanda que existe derivado del abandono de cultivos y falta de relevo generacional. De nada sirve que se gasten el dinero en ferias si luego no hay uvas porque el cultivo no es rentable, o que hagan una presentación de vinos si los jóvenes no quieren coger el relevo en el viñedo’’, explica Méndez.
En cuanto a las reuniones con la consejería, señala que desde el órgano les reunieron ‘in extremis’ solo para comunicarles que la única opción que había era la subida a 200 euros de la ayuda por hectárea. ‘’No es suficiente. Hemos presentado informes y escritos sobre el problema existente, y nos han ignorado’’, expone.
¿Por qué en Madeira la situación es más positiva?
Méndez considera que Madeira tiene un mejor Posei que Canarias. Ambos territorios poseen las mismas similitudes, ya que comparten las mismas variedades, zonas de cultivos y realidad geográfica y orográfica.
‘’Madeira mantiene y aumenta sus hectáreas de viñedo, ¿la razón? Tienen un Posei mucho mejor que el nuestro. Madeira tiene una ayuda por hectárea como tenemos en Canarias, pero también tiene una ayuda por kilo producido, lo que hace que se compense la rentabilidad de la vitinicultura y por tanto se mantenga el rendimiento’’, destaca.
Además, el presidente de AVIBO recuerda que el mantenimiento de los viñedos no solo es para un bien económico, sino también medioambiental, ya que si los terrenos no están cultivados podrían llevar a situaciones como incendios forestales.