La sequía que azota al Archipiélago no para de hacer mella en las producciones locales, entre ellas las míticas castañas. Una situación a la que se le añade el problema más aparente durante 2024 para muchos productores: los robos en las fincas.
En 2023 la cosecha de este producto típico se perdió hasta en un 50% en islas como Tenerife debido a las temperatura inusuales que padeció Canarias en el año junto a la falta de lluvia. En 2024 la cosecha volvió a ser mala en general por la falta de lluvias, pero en Islas como La Palma algunos productores como Daniel Mentrel la valoran como muy buena a pesar de la escasez de precipitaciones.
Pero el grave problema viene con los robos, el pan de cada día para muchos productores, con hurtos que provocan pérdidas que van desde los 1.000 hasta los 2.000 kilos.
Hasta 150 kilos por árbol
Mentrel celebra que en su caso la cosecha y producción de los árboles fue buena a pesar de la sequía. "En árboles más grandes y mejores, la cosecha fue de 120 a 150 kilos por árbol, y de media unos 70 kilos. Teniendo en cuenta como ha afectado la sequía a otros cultivos como el plátano o el aguacate en las castañas se dio genial", comenta.
No obstante apunta que estos buenos resultados también se han dado por el mantenimiento continuo que ha hecho de sus árboles para que se mantengan sanos, ya que afirma que en la mayoría de la isla la cosecha "ha sido bastante desastrosa" por el abandono de cultivos.
Robos
Mentrel insiste en que el principal problema son los robos y la falta de organización de los cuerpos de seguridad. "A pesar de las denuncias y de que la Guardia Civil está intentando controlar el tema, una tercera parte de la cosecha, que son unos 1.500 kilos, voló con los robos. Tras luchar personalmente con los ladrones, al final de la cosecha tuve que desistir", lamenta.