La sequía ataca al campo: se ha perdido hasta un 50% de la cosecha de castañas

La falta de lluvia también podría causar que el año que viene podamos estar en la misma situación que hemos pasado este, que no tenemos agua suficiente en la época de verano

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Castañas asadas en una sartén / Foto: Canva
Castañas asadas en una sartén / Foto: Canva

La falta de precipitaciones ha hecho estragos en las Islas. Este otoño, en productos típicos como las castañas se perdió hasta el 50% de la cosecha en islas como Tenerife debido a las temperaturas tan inusuales que se han dado en Canarias a lo largo del año, así como por la falta de lluvia. 

Como ya explicaba este miércoles Víctor Quintero, director del Centro Meteorológico de Santa Cruz de Tenerife, este 2023 ha tenido el otoño más cálido desde 1961, al igual que también un año hidrológico --desde el 1 de octubre de 2022 al 30 de septiembre de 2023-- muy seco con una precipitación acumulada por debajo de los valores normales de todo el año. 

¿Cómo estarán los cultivos este invierno?

Ante este situación preocupa cómo estarán los cultivos de cara al invierno. Estas temperaturas tan poco normales, y sobre todo sus cambios en cuanto a los gradientes del día a la noche, ataca mucho a las hortalizas. Además, la falta de frío está afectando a la parada invernal de los árboles que son caducos, incluyendo la viña.

"En algunas zonas del norte de Tenerife, las viñas están brotadas verdes y no con las hojas secas preparadas para podar -- que se hace en enero o febrero-- porque la planta está despierta, y eso es muy perjudicial porque este tipo de plantas leñosas necesitan parar en invierno para coger fuerza de cara a la primavera, por lo que en el año que viene seguramente brotarán con menos fuerza", apunta el secretario general de Asaga, Theo Hernando. 

En este sentido, Hernando explica que todo lo que son frutales de este tipo, como el manzano, perales o viñas, se ven afectados por estos cambios de temperatura y por no tener un invierno como tal. 

Sigue el problema del agua 

A este problema se suma la calima, que ha aparecido por sorpresa en esta época del año. "No son tan frecuentes en esta época, ni tan seguidas, ni tan largas. Suelen ser más habituales en enero o febrero". En base a esto recomienda que para minimizar sus efectos se laven las plantas, ya que el polvo en suspensión les cierra los estomas y evita que transpiren.  

La gran incertidumbre viene con la problemática del agua, que aún continúa. "Seguimos en la misma situación, y cómo no llueve la gente está tirando de agua de las balsas de Balten y galerías, y por lo tanto no se está permitendo que se llenen esas balsas que se repletan con el excedente del invierno, ya que al no llover no hay excedente. De cara al año que viene vamos a estar en la misma situación que hemos pasado este, que no tenemos agua suficiente en la época de verano", apunta.

En este sentido recuerda que se están acometiendo varias infraestructuras, sobre todo en Tenerife, de regeneración del agua, pero señala que hasta finales del año que viene, por ejemplo, la depuradora de Santa Cruz y la parte de la regeneración no estará lista. "Si no empieza a llover y no se empieza a almacenar agua vamos a tener un problema bastante importante", concluye.