La accidentalidad laboral y las enfermedades profesionales siguen creciendo en Canarias. A lo largo de 2021, el Archipiélago ha registrado 42.399 accidentes de trabajo, de los que 14 fueron mortales. Estas cifras suponen un aumento evidente en relación a 2020 pero también un estancamiento a lo largo de los últimos años, donde estos sucesos se han mantenido con el tiempo, sin disminuir. Desde los sindicatos canarios han demandado mejoras en la prevención, sobre todo en relación a la salud mental de los trabajadores que se ha visto especialmente afectada durante la pandemia.
Los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO), Unión Sindical Obrera (USO) y Unión General de Trabajadores (UGT) han hecho público este lunes las cifras de siniestralidad laboral y de enfermedades profesionales notificadas en el Archipiélago en 2021. Según sus datos, de los más de 42.000 accidentes laborales que se produjeron en las Islas a lo largo de 2021, 18.271 fueron con baja, es decir, que tuvieron cierta gravedad, mientras que sin baja alcanzaron los 21.751. Por su parte, en el traslado de los trabajadores al trabajo y a su casa se han producido 2.377 accidentes.
Respecto a la mortalidad de los accidentes, de los 14 producidos, 8 están relacionados con el sector servicios y tres con la construcción. Los otros tres restantes se produjeron en “in itinere”, es decir, durante el trayecto hacia el trabajo. Tal y como ha denunciado este lunes la secretaria de Salud Laboral y Políticas Sociales de UGT Canarias, Carmen Marrero Falcón, todos estos, “son accidentes y situaciones que podrían haber sido evitadas”.
A su vez, han puesto de manifiesto que estos accidentes los sufren más las personas más vulnerables. “Hay que reivindicar que la siniestralidad laboral va muy vinculada a la precariedad laboral. El 75% de los accidentes de trabajo se producen en puestos temporales frente a los indefinidos”, denuncia. Así añade que los migrantes trabajadores y las mujeres son quienes más afectadas se ven afectados en este sentido.
Enfermedades laborales en Canarias
Por su parte, las enfermedades laborales también han aumentado en las Islas, con 183 notificadas, de las que el sector servicios lidera la lista con 133 partes cerrados con baja. Continúan la lista la construcción, con 29; la industria, con 16; y la agricultura y pesca con 5.
Así, en este aspecto, son las mujeres las principales afectadas pues del total de enfermedades laborales notificadas 99 fueron a mujeres, con el sector servicios (92) a la cabeza, notablemente alejado de las relacionadas con la agricultura y pesca (tres) y la industria y construcción (dos cada uno). Una situación que difiere de la posición de los hombres, quienes también registraron más partes en el sector servicios (41), pero también fueron notables en el sector de la construcción (27) y la industria (14), y menor en la agricultura y pesca (2).
Salud mental de los trabajadores
En relación a estas cifras, el secretario general de UGT, Manuel Isidro Navarro, ha criticado que “las empresas todavía no tienen el fundamento necesario para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores”, no solo desde el punto de vista físico sino también psicológico, ha destacado. Hay que destacar que la pandemia también ha traído un nuevo escenario laboral que ha afectado especialmente a la salud mental de muchos trabajadores, con el teletrabajo y las normas sanitarias como principales causas.
Sin embargo, tal y como ha comentado Marrero, ya antes de la COVID-19 se venían quejando de la falta de rigor en los riesgos psicosociales por parte de las empresas. “Y con la llegada de la pandemia es mucho más evidente la importancia que tiene la salud mental en los trabajadores y trabajadoras de España, y de Canarias en particular”, ha informado Marrero Falcón.
Evaluación de riesgos psicosociales
De esta forma, desde los sindicatos han demandado mejoras en la prevención de los riesgos psicosociales. Y han pedido que desde las empresas “se refuerce la salud laboral” pero no solo la física sino que también la psicológica.
Así, el secretario de Salud Laboral de USO Canarias, Gonzalo Álvarez, ha puesto de manifiesto que las relaciones sociales en el trabajo se han visto especialmente damnificadas con la COVID. En este aspecto y en relación al teletrabajo ha destacado que “la doble presencia de la persona trabajadora en el domicilio y en el trabajo, con esas largas jornadas de teletrabajo en su casa, se tienen que estar ponderado de alguna manera”, y para ello demanda la evaluación de riesgos psicosociales.
Una valoración que debe estar al cargo de “los delegados de prevención, como medio idóneo para trasladar la seguridad y salud a los trabajadores”, ha defendido Álvarez. De esta forma ha argumentado que esa evaluación, al ser obligatoria, puede detectar una serie de enfermedades profesionales que no están reguladas en el Real Decreto de Enfermedades Profesionales y que pueden ser incluídas gracias a la detención por parte de los delegados de prevención de riesgos laborales.
“Muchas enfermedades, por estrés, son consideradas como enfermedad común cuando realmente son causa y efecto del trabajo”, ha comentado Álvarez y ha añadido que “el estrés que está sufriendo la clase trabajo en cuanto a las normas higiénicas causa un desacuerdo mental entre ‘lo que debo hacer, lo que creo que debo hacer y lo que me mandan a hacer”. Por lo tanto entiende que la evaluación de riesgos psicosociales “se debe hacer de forma concreta, por puestos de trabajo y en todas las empresas”.