Canarias ha superado la tercera ola y las cifras de datos no hacen más que confirmar la curva descendente, poco a poco, de los casos diarios de contagio de coronavirus, pero no hay que bajar la guardia. No obstante, esta situación y la famosa bondad del clima canario, ha servido para muchos ciudadanos ajenos a las islas, extranjeros principalmente, para descubrir una nueva posibilidad, que desde el Gobierno regional ya se ha venido trabajando para ello: el teletrabajo.Es el caso de Steve y Maggie. Él, norteamericano, y ella, polaca, residen en Irlanda y no han perdido la oportunidad que se les ha presentado para escapar del duro confinamiento en su país de residencia y venir a Canarias, concretamente a Tenerife, a teletrabajar y disfrutar del aire libre, en la medida que se puede.Ambos, trabajan para una multinacional que les permitía movilidad en su trabajo. Ya estuvieron en Tenerife en diciembre y no han dudado en regresar a la isla.Y es que su historia comienza en Groenlandia, cuando conocieron a una pareja de tinerfeños que le convencieron para conocer Tenerife. Aceptaron, descubrieron las maravillas de la tierra y el Carnaval de la mano del concierto histórico de Juan Luis Guerra y vieron que el paraíso era real. Ahora, han vivido la paradoja de ver la Plaza de España en las mismas fechas, prácticamente vacía.

Steve y Maggie pasean por un monte en Tenerife
¿Por qué han elegido Canarias para teletrabajar?
Tiene el mejor clima en invierno de cualquier lugar de la Unión Europea y hay un vuelo directo desde donde partimos. El vuelo directo fue un factor importante para nosotros, ya que creemos que reduce riesgos adicionales relacionados con la pandemia. Más importante aún es que casi todo está abierto aquí. Canarias ha hecho un gran trabajo en el manejo de la propagación del virus y queríamos un lugar donde la vida se pareciera un poco más a la normalidad.¿Por qué se vieron en la necesidad de salir de Irlanda?
El encierro en Irlanda es bastante restrictivo, de modo que casi todo está cerrado y con la combinación de largas noches y un clima frío. Estar atrapado en casa no es bueno para la salud mental. No poder visitar a nuestros amigos y familiares, o incluso practicar deportes como el golf, lo hacía más deprimente. Ni siquiera existe la posibilidad de salir de casa para cambiar de escenario. La vida en confinamiento se vuelve increíblemente mundano y casi parece que no queda nada más que hacer que trabajar. Somos muy afortunados de poder trabajar de forma remota, sin embargo, nos dimos cuenta de que también perdimos formas de liberar el estrés y salir a caminar todos los días se convirtió en una tarea que era algo más que para disfrutar. Por supuesto, mantener el virus bajo control y la seguridad de los demás es una prioridad, pero el bloqueo ha sido un desafío en muchos niveles.#TURISMO | Las Islas #Canarias trabajarán para convertirse en destino base para Europa de los 'Remote Workers' o teletrabajadores#Teletrabajo #Empleo https://t.co/4Co5ZxvYOX
— AtlánticoHoy (@atlantico_hoy) December 4, 2020