Transición Ecológica aprueba el parque eólico Aulagas de Iberdrola en Granadilla

La instalación renovable producirá 10,5 megavatios a través de cuatro aerogeneradores que se instalarán en una zona cercana a la costa una vez se consiga la autorización administrativa

Guardar

Parque eólico Chimiche II de Iberdrola cerca del parque aprobado por Transición Ecológica. / IBERDROLA
Parque eólico Chimiche II de Iberdrola cerca del parque aprobado por Transición Ecológica. / IBERDROLA

La Consejería de Transición Ecológica ha aprobado la puesta en marcha de un nuevo parque eólico de la energética Iberdrola, en concreto de su filial Energías Ecológicas de Tenerife, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona. La instalación renovable producirá 10,5 megavatios (MW) a través de cuatro aerogeneradores que se instalarán en una zona cercana a la costa y se suma así a un paisaje con cada vez más aerogeneradores.

En la lista de cifras que justifican la instalación, el decreto de Transición Ecológica destaca que con este parque se consigue, “una reducción anual de 19.687,5 toneladas de CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera en las centrales eléctricas de generación térmica en Canarias”, así como que se prevé una inversión de “13.860.000 euros, generando 74 puestos de trabajo en la fase de construcción y 21 puestos de trabajo en la fase de mantenimiento y explotación”

Con la ejecución del proyecto, el documento también ordena la modificación del Plan Insular de Ordenación de Tenerife en los aspectos referidos a las modificaciones de la orden. Con el visto bueno de Transición Ecológica, la empresa está ahora a la espera de la autorización administrativa para la puesta en marcha del nuevo parque eólico, según han comunicado desde Iberdrola a Atlántico Hoy

Aprobación del parque Aulagas

En 2021, la empresa energética informó a través de un comunicado de su propuesta de ejecución de esta iniciativa, así como que la Declaración de Impacto Ambiental de la misma había recibido el aval del Gobierno de Canarias. A su vez, indicó que la empresa consiguió el 11% de la “potencia total subastada en Santa Cruz de Tenerife en el proceso de licitación de capacidad eólica dotada con fondos Feder (Eolcan2)”.

Al resultar adjudicatario de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional la empresa debía certificar la finalización de las obras y la puesta en marcha de los aerogeneradores antes de diciembre de 2022. Sin embargo, el plazo fue prorrogado “ante la dificultad de cumplir con el referido hito hasta el 25 de marzo de 2023”. La autorización de Transición Ecológica, entonces, ha sido otorgada de manera retroactiva, según consta en la orden. 

Polémica parada

En la zona donde se quiere instalar este nuevo parque eólico, la empresa ha vivido recientemente una polémica con el Cabildo de Tenerife a raíz de las paradas de dos parques eólicos. Se trata de los parques Areté y La Roca, propiedad del Instituto Tecnológico de Energías Renovables, que dejaron de verter energía en la red el pasado agosto y que están conectados a una subestación gestionada por Energías Ecológicas de Tenerife. 

En febrero, el pleno del cabildo celebró una sesión extraordinaria para abordar esta problemática. Desde Coalición Canaria, partido en la oposición, señalaron la gestión del gobierno insular como causante de esta paralización mientras que este señala a la empresa y a su falta de mantenimiento de la subestación. La posibilidad de que la cuestión termine en los juzgados cobró fuerza tras la celebración del pleno.