El problema de la vivienda no para de generar estragos en el bolsillo de los canarios. Con los precios por las nubes, el sector inmobiliario atraviesa un momento inédito desde la crisis de 2008. El informe denominado La economía de la provincia de Las Palmas en gráficos refleja con cifras una realidad trae de cabeza a muchas personas: la dificultad de comprarse una casa —y, en consecuencia, de emanciparse por parte de los jóvenes—.
El documento, presentado este jueves por Corporación 5; CaixaBank; y los círculos de empresarios tanto de Gran Canaria como de Lanzarote, detalla que el número de hipotecas inmobiliarias constituidas hace 15 años en las islas orientales fue de 24.837, mientras que durante 2024 la cifra cayó más de la mitad hasta situarse en las 12.053. El descenso, sin duda, ha sido notorio y parece complicado de revertir.
En caída libre
Lo llamativo es que el descenso fue repentino en el 2011, momento en el que se firmaron 15.017 hipotecas. Desde entonces, el número ha ido en caída libre hasta que en 2019 se estabilizó registrando 11.542. Merece la pena resaltar que la situación ha ido aparejada a un menor consumo de toneladas de cemento en el sector de la construcción con una disminución que ha pasado de 369.116,2 hace una década y media; a los 306.930 de 2024.
José Miguel González, director de consultoría en Corporación 5, puso sobre la mesa que la falta de profesionales en determinados sectores puede estar aparejada a la escasez de vivienda, aunque “no hay una serie histórica tan alta como para poder establecer una relación”. Ahora bien, a la hora de dar apuntes coyunturales, no duda en destacar que la población que llega a Canarias para trabajar “necesita alojarse en algún lado”.

La construcción
Destacó que hay profesiones donde se debe dedicar mucho porcentaje del salario a pagar la casa y eso produce que, finalmente, no puedan optar al puesto de trabajo. José Valle, el presidente del Círculo de Empresarios de Lanzarote, aseveró que en la isla de los volcanes “la vivienda es casi inexistente”. “Tenemos”, indicó, “plazas de la administración del Estado sin cubrir porque no les sale a cuenta venir”.
Aún así, es destacable que el empleo en el sector de la construcción ha mejorado con el tiempo, aunque ligeramente. En el año 2010 —con la burbuja inmobiliaria aún muy reciente— hubo 27.100 trabajadores, mientras que en el 2024 la cifra registrada fue de 30.100. González subrayó que se trata de un ámbito donde no están consiguiendo cubrir determinados perfiles profesionales.
Migración
Otro de los asuntos vinculados a la vivienda es la cuestión demográfica. González destacó que hay un incremento importante de la población, pero no de personas nacidas en la provincia, sino fruto de la inmigración. “Terminan por derivar su residencia habitual en estas islas porque hay oportunidades de empleo para poder desarrollarla”, sostuvo.
“Es población proveniente de la Unión Europea, por lo que prevalece la libre circulación por delante de todo y se trata de población latinoamericana y de la costa oeste de África. Las personas africanas sí es cierto que alimentan algo más la población joven, sobre todo las que vienen por motivos laborales. Estamos hablando siempre de migración regular totalmente reglada”, sentenció.
