Las cajetillas para las llaves o los carteles con ‘Vv’ no parecen desaparecer en Canarias. Por el contrario, se está sufriendo un crecimiento descontrolado de las viviendas vacacionales hasta el punto de alcanzar las 67.472, según los últimos datos del Registro General Turístico de Canarias, actualizados a finales de marzo.
Estos — parece que dentro de poco al ritmo que aumentan — casi 70.000 alquileres turísticos suman un total de 284.556 plazas. Lo que significa que en las Islas hay más de 1.000 plazas en pisos turísticos por cada 10.000 habitantes. Se trata de un crecimiento que sigue sin frenos mientras se espera la entrada en vigor de la ley que regulará esta actividad.
Crecimiento descontrolado
Desde abril de 2024, cuando el Gobierno autonómico sacó a consulta pública el anteproyecto de la Ley de Vivienda Vacacional, la proliferación de estos alojamientos ha sido imparable. En solo 10 meses, hasta febrero de este año, el incremento alcanzó el 21%, reflejando un problema estructural que ha venido en aumento desde hace años.
Exceptuando la caída provocada por la pandemia en 2020, cuando el número de viviendas vacacionales se redujo de 40.000 a 29.000, la tendencia al alza se ha mantenido con un crecimiento anual de alrededor de unas 5.000 viviendas.
Por encima de las plazas hoteleras
El resto de las plazas turísticas en Canarias se reparten entre hoteles y apartamentos, con 259.238 y 109.125 camas respectivamente. Sin embargo, las viviendas vacacionales ya representan casi el 40% del total de plazas turísticas en el Archipiélago.
Según un informe de Exceltur, el ritmo de crecimiento de este tipo de alojamientos en los últimos dos años es seis veces superior al del sector hotelero, sobre todo en los principales destinos de sol y playa de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura.
Por ejemplo, en el caso de Tenerife, la diferencia es hasta más del doble que en el resto de las islas. Por cada nueva cama hotelera en la isla, se incorporan 13 en viviendas vacacionales.
Más y más turistas
La concentración del turismo en Canarias es tal que en varios municipios las plazas turísticas superan a la población residente. Según el Observatorio Turístico de Canarias, Adeje (Tenerife), Mogán (Gran Canaria), Pájara (Fuerteventura), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Tías (Lanzarote) y Yaiza (Lanzarote) tienen más camas de hoteles, apartamentos y viviendas vacacionales que habitantes.
Y es que el número de turistas tampoco ha parado de crecer y crecer año tras año, incluso si se tiene en cuenta el bajón de la pandemia. En 2010, Canarias recibió algo más de 10 millones de visitantes; en 2024, la cifra superó los 17 millones, lo que supone un aumento del 70% en poco más de una década.
Malestar en las Islas
El boom de la vivienda vacacional ha generado un amplio malestar ciudadano. Los precios de los inmuebles han alcanzado niveles históricos, situando a Canarias entre las comunidades autónomas más caras de España para comprar o alquilar una vivienda. La escasez de pisos de larga estancia ha incrementado aún más la presión sobre el mercado inmobiliario, dificultando el acceso a la vivienda para la población residente.
A esto se suma la gentrificación de los barrios, la saturación de servicios públicos como la sanidad y un modelo turístico que parece no tener límites, a pesar de la explosión del movimiento del 20A, cuyo lema reitera que ‘Canarias tiene un límite’.
Mientras la nueva Ley de Vivienda Vacacional sigue pendiente de aprobación, el crecimiento descontrolado de estos alojamientos continúa marcando el panorama turístico y residencial del Archipiélago.
