AgnosPCB, la tecnológica de Tenerife que ha cautivado a Apple e Intel con su Inteligencia Artificial

La propuesta de esta startup para agilizar el control de calidad en la producción de microchips les ha llevado a ser el objeto de deseo de grandes empresas tecnológicas

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 Juan Pedro Calderón Negueroles, CEO de la tecnológica tinerfeña AgnosPCB. / Ainoha Cruz
Juan Pedro Calderón Negueroles, CEO de la tecnológica tinerfeña AgnosPCB. / Ainoha Cruz

El crecimiento de la empresa tecnológica tinerfeña AgnosPCB no se esperaba que fuera tan rápido. Su consolidación como sociedad tuvo lugar en septiembre de 2021, hace tan solo siete meses, pero desde entonces su propuesta para agilizar el control de calidad en la producción de microchips gracias a la Inteligencia Artificial les ha llevado a ser el objeto de deseo de empresas como Apple, Intel o Bosch, entre muchas otras. 

La idea es detectar los errores de fabricación de las placas electrónicas en tiempo récord. Lo que antes se podía hacer en un minuto gracias a una máquina, o en seis de manera manual, ahora se puede realizar en dos segundos gracias a una red neuronal con 'denominación de origen' en Tacoronte. “Nosotros pensamos que por qué no usar Inteligencia Artificial, o lo que llaman ahora las redes neuronales, para que sacando una foto a una placa que está bien la compare con otra de la que dudas y te diga dónde están los errores”, explica Juan Pedro Calderon Negueroles, CEO de AgnosPCB, the neural network powered AOI.

Solucionar un cuello de botella

Todo comenzó con unos socios en San Diego que sufrían un cuello de botella en la fabricación de placas electrónicas a la hora de la inspección visual. Una de estas placas puede llegar a tener 3.000 componentes por lo que analizar sus errores es una tarea que conlleva cierto tiempo, lo que ralentiza el control de calidad, sobre todo teniendo en cuenta que, como destaca el CEO, que las grandes empresas tecnológicas pueden analizar entre 1.000 y 10.000 placas al día. La propuesta de AgnosPCB es que a través de una imagen, en tan solo dos segundos, se puedan detectar estos errores, agilizando la producción.

La realidad es que ya hay máquinas que hacen esta tarea, las llamadas AOI (Inspección Óptica Automatizada), sin embargo su valor ronda entre los 200.000 y los 250.000 euros, por lo que es prácticamente inaccesible para muchas empresas, autónomos e incluso aficionados que producen sus placas. Por lo que el sector necesitaba una herramienta rápida, pero sobre todo barata.

Alimentar la IA

Las redes neuronales con las que trabajan funcionan igual que un cerebro, cuanta más información añada más conocimiento tendrá. “La red neuronal nuestra lo que tiene de importante es la arquitectura. La hemos diseñado con muchísimas imágenes y cada día que pasa la gente nos envía más imágenes, así que más capaz se vuelve”, explica Calderón. 

De esta forma la empresa planteó un servicio en la nube donde los clientes, con el software descargado, toman una fotografía de la placa que se sube a un servidor y que la devuelve “inmediatamente” con el resultado de la inspección. “Nosotros ofrecemos ahora mismo la plataforma online por 2.500 dólares y luego una subscripción por uso mensual. Luego tenemos planes propios para empresas muy grandes que quieren hacer uso para 20.000-100.000 placas al mes”, informa. 

Pero el mercado les “puso en su sitio” como dice Juan Pedro porque pensaban que con esta herramienta online era suficiente. Sin embargo, las grandes empresas son recelosas de subir la información de sus microchips a la nube. “Creamos unas plataformas que en vez de ser online son offline: tienen un ordenador pequeñito y todo lo procesan localmente. Son incluso más rápidas y se están vendiendo muy bien”, destaca el CEO. De hecho comenta que la empresa Intel, el mayor fabricante de circuitos integrados, ha comprado recientemente esta plataforma. 

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Sistema offline de inspección

Y no es la única gran corporación que se ha fijado en esta empresa. Apple y Bosch también figuran entre las empresas que usan la tecnología de AgnosPCB. Y todo gracias a que para testear su servicio  acudieron a foros especializados donde ingenieros de estas grandes empresas les pidieron pruebas gratuitas y quedaron sorprendidos. 

Pero aparte de la tecnología móvil o los electrodomésticos la herramienta de AgnosPCB también es útil para el sector aeroespacial. De hecho ya hay una empresa de microsatélites, cuyo nombre no ha querido anunciar, que les ha contactado para analizar sus sensores. “Nos estaba enviando imágenes de esos sensores para comprobar que estaban bien colocados pero claro, no es un sensor normal y nuestra red neuronal no lo había visto antes. Llegamos a un acuerdo en el cual ellos nos enviaban imágenes para entrenar la red neuronal. Hicimos una para ellos solo y es la que están usando”, resume. 

E incluso fabricantes de baterías de litio les han contactado para comprobar la calidad de las soldaduras de estas baterías, que es crucial para su buen funcionamiento. “Querían preguntar si podíamos adaptar nuestra red. Nos enviaron unas mil imágenes, enseñamos a nuestra red y la adecuamos para que fuera específica y buena para ese servicio”, destaca. 

Auge de la industria

Hoy en día prácticamente el uso de microchips pasa desapercibido, pero desde los semáforos hasta los satélites requieren de estos elementos. En los últimos meses la falta de semiconductores ha puesto en jaque a varias industrias como la del automóvil o de energías renovables. Por ello, desde Europa se ha planteado que el continente deberá producir el 20% de los chips para 2023.

“Los semiconductores y la electrónica es un mercado que está creciendo muchísimo y está siendo fundamental”, analiza Calderón, quien también hace hincapié en que “si Europa se queda atrás lo va a sufrir”. “Los microchips están en todos lados, no puedes depender de que el país de origen no te los envíe o se encarezca mucho el precio”, añade.

Previsiones sobrepasadas

Una noche, comiendo arepas, desde la empresa plantearon las previsiones de crecimiento para 2022, y tal y como comenta entre risas Juan Pedro ese pronóstico ya se cumplió en marzo “y eso que eran bastante optimistas”. “No es mi primera empresa, pero sí la que está creciendo más rápido, con diferencia. Sobre todo la que más beneficios está generando”, admite. De hecho ya cuentan con delegaciones en Estados Unidos y Europa, y servidores en Asia y Oceanía, lo que les permite “cubrir todo el mundo”. 

Un hecho sorprendente ya que, tal y como ha querido destacar, todo ha sido posible gracias a la aceleradora de productos intangibles de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Olympo Boxes, y la Red Cide quienes le guiaron tanto desde las obligaciones fiscales hasta participar en subvenciones y premios pasando por encontrar una oficina. “Se agradece un servicio así que ayude en el desarrollo de una empresa”, sentencia.