José Manuel Rodríguez, CEO de Wooptix (en el centro), comparte conocimientos con el ministro Óscar López y el rector de la ULL, Francisco García./
José Manuel Rodríguez, CEO de Wooptix (en el centro), comparte conocimientos con el ministro Óscar López y el rector de la ULL, Francisco García./

De Canarias al mundo: el Gobierno español respalda la expansión tecnológica de Wooptix

La empresa tinerfeña nacida en la ULL lidera la estrategia de inversión de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica, el nuevo instrumento público creado para impulsar la independencia digital y atraer capital privado al ecosistema innovador

Martín Alonso

La Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) ha situado a Canarias en el epicentro de la nueva política industrial digital de España. Su primera inversión fue en Wooptix, una empresa surgida de la Universidad de La Laguna (Tenerife), que ha desarrollado una tecnología óptica de precisión subnanométrica aplicada a la fabricación de chips. Este respaldo público, de cuatro millones de euros, no solo ha permitido a la startup consolidar su proyecto, sino también atraer a gigantes internacionales como Samsung o Tokyo Electron, que completaron una ronda de financiación superior a los 10 millones de euros.

El caso de Wooptix ilustra el propósito de la SETT: evitar la fuga de tecnología estratégica fuera del territorio nacional y construir soberanía tecnológica europea desde el ámbito estatal. “Nuestro objetivo es que esa tecnología se quede en el territorio y no venga un fondo extranjero, como ha ocurrido en el pasado, compre la empresa y se la lleve fuera”, explicaba Jorge Ponce, director de la SETT, al presentar los primeros resultados del programa.

10 startups estratégicas

Desde enero de 2025, esta sociedad pública ha invertido en diez startups estratégicas con un importe total de 150 millones de euros, movilizando en conjunto más de 1.000 millones de capital público y privado. Su funcionamiento se asemeja al de un fondo soberano, aunque con una diferencia clave: no concede subvenciones, sino que invierte siempre en régimen de coinversión con actores privados, asumiendo un máximo del 49% del capital. El Estado actúa así como “andamiaje financiero”, compartiendo el riesgo inicial para atraer inversión privada hacia tecnologías disruptivas.

Canarias, con Wooptix, se ha convertido en referencia para la nueva generación de empresas de base tecnológica que aspiran a transformar el modelo productivo español. La compañía, nacida de la investigación universitaria sobre óptica adaptativa aplicada a la astronomía, ha sabido trasladar ese conocimiento a la industria de los semiconductores, donde la precisión en las obleas de silicio es crítica para la eficiencia en la fabricación de chips.

PERTE Chip

En paralelo, la SETT —dependiente del Ministerio para la Transformación Digital— ha integrado varios programas estratégicos, entre ellos el PERTE Chip, dotado con 12.500 millones de euros procedentes de los fondos europeos de recuperación. Su estructura dispone en total de 16.000 millones para apoyar proyectos tecnológicos en ámbitos como inteligencia artificial, fotónica o ciberseguridad.

Instrumento de metrología de alta resolución Phemet desarrollado por Wooptix./ CEDIDA
Instrumento de metrología de alta resolución Phemet desarrollado por Wooptix./ CEDIDA

Las inversiones más destacadas hasta la fecha incluyen la participación en la startup Multiverse, con casi 60 millones de euros, dedicada a optimizar modelos de inteligencia artificial de gran tamaño para hacerlos más eficientes y sostenibles. También se han cerrado operaciones relevantes en Murcia (con Quantix, especializada en chips ciberseguros) y Vigo (con Sparc, que levantará la primera fábrica de chips fotónicos en España).

Conexión tinerfeña

Sin embargo, el valor simbólico y estratégico de la primera inversión recae en Tenerife, donde Wooptix encarna la conexión entre ciencia universitaria, inversión pública inteligente y atracción de capital internacional. Su evolución marcará el ritmo del nuevo modelo de coinversión pública que España pretende consolidar a través de la SETT, conocida ya como la SEPI Digital.

El propio Ponce subraya que el objetivo no es crear una administración participativa en las empresas, sino acompañar su crecimiento hasta convertirlas en multinacionales españolas. “No tenemos intención de participar en la gestión del día a día, más allá de garantizar que la tecnología se quede en el territorio”, asegura. Solo en los casos considerados de interés estratégico nacional el Gobierno mantendría una participación minoritaria, en torno al 10%.

Con este modelo, España busca competir en la nueva carrera global por el liderazgo tecnológico y reducir su dependencia exterior. Y Canarias, con Wooptix a la cabeza, demuestra que la innovación nacida en las universidades insulares puede situarse en el núcleo del cambio hacia una economía tecnológica más fuerte, sostenible y con identidad propia.