Las preocupaciones de la patronal para 2023

La CCE ha hecho un primer balance de la situación socioeconómica de Canarias durante 2022 y ha analizado los retos a los que se enfrentan las empresas durante el próximo ejercicio

Guardar

Los presidentes de CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, y de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Pedro Ortega, representantes de la patronal canaria. / AH
Los presidentes de CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso, y de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Pedro Ortega, representantes de la patronal canaria. / AH

El Comité Ejecutivo y la Junta Directiva de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) han mantenido este martes la última reunión del año bajo la presidencia de Pedro Ortega. La reunión también ha contado con la participación del vicepresidente ejecutivo, José Cristóbal García, además del resto de cargos electos y un nutrido grupo de miembros del empresariado de las Islas, integrantes de los órganos de Gobierno de la institución.

En esta reunión se ha informado de los acuerdos alcanzados en los órganos de gobierno de la CEOE, entre otros, el reciente nombramiento de Pedro Ortega como miembro del Comité Ejecutivo y de la Comisión de Régimen Interno.

Incertidumbre ante la inflación

En esta cita, la CCE también ha hecho un primer balance de la situación socioeconómica de Canarias durante 2022 y ha analizado los retos a los que se enfrentan las empresas durante el próximo ejercicio, que viene marcado aún por la incertidumbre que  genera la inflación de costes que repercuten sobre los márgenes empresariales, la evolución de la política monetaria y la respuesta de la demanda turística ante la ralentización de la economía europea prevista para 2023.

La CCE ha estudiado también la evolución que viene mostrando el mercado laboral en el primer año de la reforma laboral, y ha analizado el impacto de una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional sobre nuestras empresas, especialmente sobre las de menor tamaño.

La Junta Directiva de la CCE considera necesario mejorar la productividad de nuestro tejido empresarial y garantizar la creación de empleo y el crecimiento de nuestra economía, en un entorno que se prevé poco propicio debido al impacto que ha generado el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y donde aún persisten los efectos de la pandemia declarada en 2020.