La empresa hostelera Rockfull se declara en quiebra sin activos

El dueño del negocio tinerfeño, Enrique Guerrero, ha llevado al juzgado los libros contables de su compañía para finiquitarla

Guardar

Sede social de Rockfull Easy / AH
Sede social de Rockfull Easy / AH

Descalabro total y definitivo de Rockfull Easy SL, domiciliada en el municipio de Güímar. La firma ha entrado en bancarrota ante el Juzgado Mercantil número 1 de Santa Cruz de Tenerife. El auto dictado por dicha instancia declara el concurso de acreedores. El balance no alberga activos, pues las pérdidas han engullido los fondos sociales hasta consumirlos.

En semejantes circunstancias, el juzgado se abstiene de nombrar administrador concursal. Solo lo designaría si lo solicitan los acreedores que representen al menos el 5% del pasivo exigible.

Este tipo de lances societarios, protagonizados por empresas totalmente arrasadas, tiene por objetivo darles sepultura. Para ello, nada más indicado que acogerse a la Ley Concursal y la jurisdicción mercantil se encargará de oficiar el entierro.

Seis años de existencia

En el caso de Rockfull, previamente intentó la salvación y presentó en julio de 2022 un preconcurso de acreedores. Negoció con los acreedores un convenio anticipado, que evitara el siniestro. Pero al no lograrlo, la única salida era instar formalmente la suspensión de pagos.

La trayectoria de Rockfull ha sido corta. Nació en julio de 2016, promovida por Enrique Guerrero Bautista, para dedicarse a la explotación de restaurantes. Seis años y medio después ha fenecido bajo el mando del mismo empresario.

Archivado en: