¿Sabes cuál fue el primer crucero de la historia?

¿Tienes planeado un viaje en crucero este verano? ¿O quizá simplemente te gustan los barcos y las maquetas (en ModelSpace encontrarás algunas realmente buenas)?

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¿Tienes planeado un viaje en crucero este verano? ¿O quizá simplemente te gustan los barcos y las maquetas (en ModelSpace encontrarás algunas realmente buenas)? Sea como sea, es probable que alguna vez te hayas preguntado cuál fue el primer crucero de la historia. Embárcate con nosotros en un viaje hacia un pasado no tan lejano y descubre cuál fue el primer barco turístico en cruzar los mares.
Aunque hay quien dice que el apetito por los viajes de lujo es casi tan antiguo como la historia de la humanidad (los faraones egipcios paseaban por el Nilo en sus grandes barcas por placer y los romanos, al parecer, efectuaban cruceros de placer por el Mediterráneo), no fue realmente hasta el siglo XIX que comenzó a desarrollarse el turismo como lo conocemos hoy en día.
Viajar por mar no había sido hasta entonces un medio demasiado rápido, pero la invención de la máquina de vapor por parte de Thomas Newcomen en 1712, y su posterior aplicación en la ingeniería naval revolucionaron la historia. El primer barco que incorporaba un sistema a vapor fue el S.S. Savannah, que en 1819 cruzó el Atlántico desde Estados Unidos hasta Liverpool, Inglaterra, donde atracó 29 días después.
Aquel viaje sentaba precedentes, aunque los viajes de pasajeros no se popularizaron hasta finales del siglo XIX y principios del XX, con los grandes movimientos de inmigrantes que viajaban del Viejo Continente al Nuevo Mundo.
El primer crucero moderno del que se tiene constancia fue un pequeño crucero, anunciado en las páginas del periódico local Shetland Journal, que pretendía visitar Escocia, Islandia y las Islas Feroe en 1835. El anuncio, no obstante, era falsa publicidad, y el verdadero viaje no llegó a realizarse hasta 1837. La compañía que lo había sacado al mar era la naviera Steam Navigation Company, dirigida por Arthur Anderson y Brodie Wilcox y que más tarde se convertiría en P&O Cruises.
Hay quien dice, no obstante, que el primer crucero que puede ser considerado como tal pertenecía a dicha compañía, pero que zarpó en 1844 en un viaje turístico por el Mediterráneo, aunque, en honor a la verdad, diremos que ninguno de estos barcos debe ser considerado realmente el primer crucero de la historia.
Y es que el primer barco específicamente diseñado para viajes de placer fue realmente el Prinzessin Victoria Luise, construido por la Hamburg America Line y que fue botado el 29 de junio de 1900. Los pioneros que viajaban en él eran europeos y americanos adinerados que podían disfrutar de 120 cabinas (todas en primera clase), una biblioteca, un gimnasio y hasta una sala oscura para fotógrafos amateur (los millennial de la época, recordemos, no contaban con Instagram, así que de algún modo se las tenían que apañar).
Han sido muchos los cruceros que han surcados los océanos en años posteriores. Algunos se han hecho tristemente famosos por las tragedias que se vivieron en ellos (¿sabías que gracias al Titanic se implementaron como obligatorias las más básicas medidas de seguridad que rigen hoy los barcos?), otros por el nivel del lujo que puede experimentarse a bordo (como el Seven Seas Explorer, de seis estrellas, en el que puedes disfrutar – si te lo puedes permitir – boutiques de ropa, un centro de negocio, servicio ilimitado de spa, y hasta mayordomo personal).
Lo importante siempre, no importa cómo sea el barco en el que navegues, es que disfrutes del viaje (y que pruebes la langosta).