El Juzgado Mercantil número 1 de Las Palmas ha concluido definitivamente la quiebra de Silvestre Angulo Brito SA, veterana productora de tomates de La Aldea de San Nicolás. La compañía entró en insolvencia en 2019. Ahora desaparece tras más de cuatro décadas de fructífera actividad.

El auto del magistrado Alberto López Villarrubia finiquita el concurso de acreedores al haberse completado la liquidación de todos los activos. A la vez, decreta la extinción de la sociedad y ordena su baja en el Registro Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria. La sede se hallaba en la calle Juan Rejón, número 67, de Las Palmas.

Pionero

Con dicha resolución judicial se esfuma para siempre una marca muy ligada al campo isleño. La fundaron en 1982 los hermanos Juan Antonio y Silvestre Angulo Amador. Bautizaron el negocio con el nombre de su padre, pionero en la exportación de tomates y figura destacada en el sector.

Silvestre Angulo dirigió mano a mano el negocio familiar con su hermano Juan Antonio. A la vez, desempeñó relevantes cargos en organizaciones gremiales y patronales, hasta su fallecimiento en 2020.

Tras un periodo de dificultades, en 2019 la sociedad Silvestre Angulo Brito se desplomó en una suspensión de pagos. Entonces contaba con 50 empleados y una facturación anual de 700.000 euros.

Por desgracia, el auto del Juzgado Mercantil número 1 certifica el fin de un emblema de la historia agraria de Gran Canaria.