El Grupo Parlamentario Socialista ha llevado al Senado los efectos negativos que la industria del transporte marítimo está generando en la salud de poblaciones urbanas como Las Palmas de Gran Canaria y Puerto del Rosario.
Tanto la capital de Gran Canaria como la de Fuerteventura están situadas muy cerca de sus puertos, a menos de tres kilómetros de la trama urbana más cercana a los muelles comerciales, y los motores de los barcos emiten gases contaminantes que afectan a la salud de los residentes, sobre todo en estas dos ciudades, ambas densamente pobladas y muy próximas a sus muelles comerciales.
Mociones
Así lo recoge una moción presentada por el PSOE en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible del Senado, que ha sido rechazada por el PP, con 17 votos en contra, 9 a favor y 4 abstenciones.
La propuesta aboga por instar a la Autoridad Portuaria de Las Palmas a impulsar y acelerar la implantación de los sistema de suministro eléctrico a buques desde tierra, dando prioridad a Puerto del Rosario por su ubicación en el centro de la ciudad, con la finalidad de disponer de 'cold ironing' en 2027.

El PP, tras tumbar la iniciativa socialista, presentó un texto alternativo, que fue rechazado por el PSOE.
Enmienda
En esa enmienda de sustitución, los populares eliminaron la alusión a la Autoridad Portuaria y a los efectos de las emisiones de los barcos en la salud de las personas, reclamando al Gobierno de España que agilice las inversiones y adelante los plazos previstos para la electrificación de los puertos de Canarias, con el objetivo de garantizar su cumplimiento antes de 2030.
El PP quiere que los fondos europeos destinados a la transición ecológica y modernización portuaria lleguen de forma prioritaria y directa a las Islas.
También solicitan que una parte de los ingresos generados por el sistema europeo de comercio de derechos de emisión (ETS) destinen al proceso de descarbonización del sector marítimo en Canarias, incluyendo tanto la electrificación de los puertos como el impulso a soluciones innovadoras de energía limpia para el transporte marítimo interinsular.
Futuro
El PSOE fundamenta su iniciativa en que el suministro eléctrico a buques tiene una potencialidad no solo de reducción en la contribución de gases de efecto invernadero del tráfico marítimo en Canarias, sino de "mejora de la calidad del aire en los entornos de los puertos canarios".
La Autoridad Portuaria ya trabaja en la electrificación de sus muelles.
En Las Palmas se han montado sistemas de "cold ironing" en los muelles Pesquero y Grande, al tiempo que existen otros proyectos más ambiciosos en marcha, como la nueva terminal de cruceros en Santa Catalina, que está en construcción y dispondrá también de estos mecanismos para que los buques apaguen sus chimeneas y se enchufen a la corriente eléctrica.
El problema es que es que no hay potencia suficiente para cubrir el suministro de todos los muelles, sobre todo los más grandes e industriales, como los que albergan los buques perforadores, los partacondenedores y los cruceros.
Gas
El plan del puerto es tirar del gas natural licuado como combustible de transición para generar electricidad, cubrir la demanda y no perder competitividad en el sector del bunqueking, que está en pleno proceso de cambio con la llegada de los combustibles alternativos a la combustión.
La iniciativa del gas, sin embargo, ha despertado el rechazo de instituciones como el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ambas gobernadas por Nueva Canarias y el PSOE, lo que complica los planes de la Autoridad Portuaria para adaptarse a las nuevas tendencias de la industria marítima.
El rechazo al gas se basa precisamente en los efectos nocivos que la quema de ese combustible fósil tendría para la salud de la población.