Un viaje en el 'Tamadaba' de Armas una semana después del accidente mortal: "Sólo somos números"

La naviera ha sido señalada recientemente por abusar de las horas extra y no respetar los descansos de la tripulación precisamente en el barco del accidente

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Buque 'Volcán de Tamadaba' de Naviera Armas./ ARMAS
Buque 'Volcán de Tamadaba' de Naviera Armas./ ARMAS

El Volcán de Tamadaba es un enorme buque de 3.500 toneladas de peso y 143 metros de eslora. En sus entrañas de metal hay hueco para más de 300 vehículos de pasajeros, decenas de camiones y 1.000 pasajeros. Su carga y descarga es una operación delicada, pues requiere la coordinación precisa de la veintena de tripulantes que navegan en él, su capitán y oficiales y los operarios de Naviera Armas en tierra.

El pasado martes 10 de octubre, el Tamadaba zarpó de Las Palmas de Gran Canaria rumbo a Puerto del Rosario (Fuerteventura). Vehículos y pasaje subieron al ferry a las 23:30 como tantas otras veces lo han hecho, posiblemente sin ser conscientes de que en ese barco, hacía exactamente una semana, un marinero había perdido la vida en un accidente en la bodega de carga.

"Sólo números"

Entre los pasajeros, un periodista de Atlántico Hoy. "Perdona, este es el barco donde falleció un compañero hace una semana, ¿no?". Un operario en tierra asiente con la cabeza. "Es este, sí", responde tras una pequeña pausa. Los miembros de la tripulación que no han sido rotados y los trabajadores del puerto recuerdan la noche perfectamente, pues les ha marcado profundamente. 

"¿Cómo están los ánimos?". La pregunta se antoja retórica. El operario se encoge de hombros. "Es lo que hay, hay que seguir para adelante", responde. Vuelve a hacer una pausa, sólo para añadir: "Aquí somos números, aquí y en todos lados. Sólo somos números".

En el primer semestre de 2023, murieron 337 personas en accidentes de trabajo en España. Esos son los números, los datos consolidados. Mustafá, que es como se llamaba el operario de 38 años que perdió la vida una semana antes, entrará en la siguiente estadística y, como prevé su compañero, su nombre quedará reducido a una cifra.

Un operario de Naviera Armas en la maniobra de carga del Volcán de Tamadaba en Las Palmas de Gran Canaria./ AH
Un operario de Naviera Armas en la maniobra de carga del Volcán de Tamadaba en Las Palmas de Gran Canaria./ AH

Una vida por delante

Pero este marinero no era sólo un número. Mustafá tenía cuatro hijas y estaba planeando llevarlas a Disneyland París cuando cogiese vacaciones. Aunque vivía en Algeciras, estaba trabajando en Canarias por cambios en la operatividad del Tamadaba, que en verano estuvo en el Estrecho de Gibraltar realizando la Operación Paso del Estrecho, una de los mayores esfuerzos logísticos de Naviera Armas.

El pasado 3 de octubre, una plancha le aplastó antes incluso de que subiese el pasaje al barco. El resto de tripulantes del barco se enteraron a la vez a través del walkie-talkie: un accidente mortal había tenido lugar en la bodega. Qué comunicado tan orweliano.

Continúa el viaje programado

Pese a las quejas de la tripulación, una vez la Policía Judicial levantó el cadaver de Mustafá, el Tamadaba siguió su rumbo a Puerto del Rosario. Ninguno de los tripulantes tenía los ánimos para seguir, pero la operativa de un buque no puede paralizarse así como así ni había margen para cambiar la tripulación.

Esa noche, coinciliar el sueño se hizo duro. El barco zarpó tardísimo, cerca de las 3:00 de la madrugada. Una semana después, varios compañeros de Mustafá han pedido la baja, principalmente los que, como él, eran marroquíes. 

Cubierta del Volcán de Tamadaba de Naviera Armas con Las Palmas de Gran Canaria de fondo./ AH
Cubierta del Volcán de Tamadaba de Naviera Armas con Las Palmas de Gran Canaria de fondo./ AH

Poner buena cara

Navegar en el Tamadaba en la ruta nocturna Las Palmas de Gran Canaria - Puerto del Rosario es tedioso. El viaje dura más de seis horas y sólo hay tres tripulantes de guardia: un sobrecargo, un marinero y el oficial de a bordo. El resto inenta dormir.

Todavía quedan algunos tripulantes, incluido el capitán del buque, que estaban en el barco la noche del accidente e intentan poner su mejor cara al resto de compañeros. El tema se ha vuelto casi tabú, pero la noche da para pensar mucho.

¿Se pudo haber evitado?

Entre los pensamientos que a uno se le vienen a la cabeza cuando viaja en el Volcán de Tamadaba en la oscuridad del Atlántico es si el accidente se podría haber evitado.

Casualidad o causalidad, no se sabrá hasta que la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes en el Mar (CIAIM) y la Capitanía Marítima elaboren sus informes, pero precisamente esta semana se ha conocido que el buque fue objeto en marzo de un demoledor informe de Inspección de Trabajo que imputaba a Naviera Armas infracciones graves por no respetar los descansos y abusar de las horas extra.

Casualidad o causalidad, pero Naviera Armas se ha esforzado por pretender que esta muerte ha sido una pequeña mancha en el impecable expediente del Volcán de Tamadaba, pero ha habido otros accidentes a bordo.

El barco sigue su rumbo con tranquilidad nocturna y al amanecer llegará a Fuerteventura. Mañana será otro día, como afirmaba el operario en tierra, "hay que seguir para adelante". No queda otra mientras los Mustafás sigan siendo sólo números en el cuaderno de operaciones de la naviera.