El Cabildo de Gran Canaria celebró este miércoles el Día Internacional de la Mujer Rural con un acto institucional en el teatro Víctor Jara de Santa Lucía de Tirajana, donde se rindió homenaje a seis mujeres que representan el esfuerzo, la constancia y la historia viva del campo canario.
Bajo el lema Las mujeres rurales canarias: siempre en camino, el evento quiso reconocer a aquellas que, durante décadas, han sostenido la economía familiar, la producción agrícola y ganadera, y la vida de los pueblos. Se trata de Adriana Mendoza Sosa, quesera de Agaete; Carmen Navarro Díaz, trabajadora del empaquetado de tomates en La Aldea; Loli Hernández Martell, agricultora, ganadera y comerciante de Valsequillo; Davinia González Peña, agricultora y ganadera de Santa Lucía de Tirajana; y las agricultoras de Pozo Izquierdo Mónica Martín Déniz y Bernardina Déniz Rivero.
El acto fue conducido por la periodista Alicia Suárez y contó con momentos de humor a cargo del grupo de improvisación Impro Vives, formado por Delia Santana, Jennifer Artiles y Romina Vives.
Voz y reconocimiento
La consejera de Igualdad y Diversidad, Isabel Mena, subrayó que el objetivo del homenaje es visibilizar a quienes durante años fueron “las grandes invisibles” del desarrollo insular.
“Hoy vemos a mujeres que emprenden, que dirigen queserías y bodegas, que crean empleo y riqueza en el mundo rural. Son pieza fundamental de la economía de Gran Canaria”, afirmó Mena.
El alcalde en funciones de Santa Lucía, Julio Ojeda, recordó que el legado femenino está entrelazado con la historia del campo y del mar isleño. “Nuestra historia también se ha escrito con la generosidad silenciosa de las mujeres rurales. Sin ellas, el futuro sería oscuro.”
Caminar sin detenerse
Por su parte, la concejala de Igualdad y Diversidad, Olga Cáceres, reivindicó el largo camino recorrido para que el trabajo femenino en el campo fuera reconocido y remunerado legalmente, recordando que no fue hasta 2011 cuando una ley estatal empezó a corregir esa desigualdad.
“Hoy seguimos caminando para que las mujeres agricultoras y ganaderas tengan el espacio y el reconocimiento que merecen”, señaló.
El lema del acto, “Las mujeres rurales canarias: siempre en camino”, simboliza precisamente ese movimiento constante, físico y vital, que define su día a día: recorrer kilómetros para vender sus productos, desplazarse para gestiones, cuidar de sus familias y mantener la vida rural en marcha.
Latido en el campo
El homenaje del Cabildo llega en un momento en que la despoblación y la falta de relevo generacional amenazan la continuidad de la actividad agraria en la isla. Por eso, este reconocimiento trasciende lo simbólico: busca revalorizar el trabajo de las mujeres que aún resisten en el territorio rural, garantizando con su esfuerzo la identidad y la soberanía alimentaria de Gran Canaria.
