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Imagen de amigos en la playa en un pueblo costero / PEXELS

Entre Mogán y La Aldea: así es el desconocido pueblo ideal para vivir y desconectar en Canarias

Un rincón aislado entre costa y montaña que se ha convertido en refugio de quienes buscan desconectar y vivir con calma

Cada vez más canarios buscan alejarse del bullicio turístico y de las zonas tensionadas donde el alquiler, el tráfico y el ruido se han vuelto parte del paisaje cotidiano. Encontrar un lugar para vivir tranquilo o simplemente escapar unos días se ha convertido en el nuevo lujo al que muchos aspiran sin abandonar el Archipiélago.

Afortunadamente, Canarias todavía guarda rincones poco conocidos, enclaves rurales casi intactos que conservan el alma de pueblo y ofrecen entornos naturales privilegiados. Y entre barrancos, montañas y costa, existe un pequeño núcleo donde parece que el tiempo se ha detenido.

@asyv.6 La playa de Veneguera, es aislada de aguas tranquilas y limpias. Cuenta con callaos pero también tiene una zona con arena oscura. Cuando la marea está bajísima, se queda un playón espectacular. Aquí vas a poder disfrutar de la paz y desconexión, ya que apenas cuenta con cobertura. #grancanaria🇮🇨 #parati #playa #aguascristalinas #kayak #snorkel #montañas ♬ son original - Spoticlip

El pueblo que conquista

Entre los municipios más populares del sur de Gran Canaria hay un secreto bien guardado, Veneguera: un pueblo de apenas 300 habitantes que conserva su esencia agrícola, su arquitectura tradicional y una conexión profunda con la naturaleza. Las casas de piedra del siglo XVIII, algunas con balcones de madera, se alzan silenciosas entre palmerales y barrancos.

Desde 2003, todo el entorno ha sido declarado parte del Parque Rural del Nublo, una figura de protección que ha limitado el crecimiento desmedido y ha preservado su identidad. Los visitantes que se acercan lo hacen atraídos por su ambiente relajado y su apuesta por la sostenibilidad y el respeto al entorno.

Una playa sin igual

El mayor tesoro del pueblo es su playa virgen, un paraje de arena negra rodeado de vegetación autóctona y de aguas normalmente tranquilas. No hay construcciones, ni sombrillas ni hamacas, solo naturaleza. Este rincón ha sido adoptado por familias en autocaravanas, amantes del nudismo y quienes simplemente desean pasar unos días sin cobertura móvil ni prisas.

El acceso no es sencillo, pero precisamente eso garantiza su aislamiento. La recompensa: un espacio seguro y libre, sin masificaciones, ideal para quienes quieren reconectar con el mar y disfrutar de la libertad del silencio.

Cómo llegar al paraíso

Este pueblo canario se encuentra a medio camino entre Mogán y La Aldea, aunque administrativamente pertenece al primero. Desde el sur, se accede fácilmente por la carretera de Mogán; mientras que desde el norte, muchos viajeros prefieren bajar por la GC-1 y regresar por la espectacular carretera de La Aldea, ideal para quienes disfrutan del paisaje volcánico.

Pese a su creciente popularidad entre residentes y visitantes, sigue siendo un lugar tranquilo y acogedor, perfecto para quienes sueñan con una vida más simple o con unas vacaciones en las que el reloj deje de importar.