Canarias seduce a todos los que la visitan. Su clima privilegiado, su diversidad natural y su hospitalidad inconfundible la convierten en un destino soñado para quienes buscan desconectar frente al Atlántico. Desde sus volcanes milenarios hasta sus pueblos marineros, las islas ofrecen una experiencia vibrante donde la tradición convive con el ritmo relajado del mar.
Uno de estos rincones ha llamado especialmente la atención en los últimos tiempos, convirtiéndose en parada obligatoria para quienes desean perderse entre casas blancas, sabores marinos y paisajes imponentes. Un pueblo que, además de encantar a los viajeros anónimos, también ha enamorado a una de las caras más conocidas del cine y la televisión.
Un actor en Gran Canaria
El pasado 15 de abril, el popular actor Miguel Ángel Silvestre rodó en Gran Canaria su nueva serie, ¡Weiss & Morales!, donde interpreta a un inspector de policía. Antes del inicio de las grabaciones, fue visto paseando por las playas de Maspalomas y del Inglés, y más tarde se dejó caer por uno de los enclaves más bellos y auténticos del archipiélago: Agaete.
Ubicado en el noroeste de la isla, Agaete guarda en su interior un alma que conquista. Desde los pinares de las cumbres hasta sus acantilados bañados por el océano, pasando por el fértil valle y un encantador casco histórico, este pueblo mantiene una esencia tradicional. Las casas blancas, las casonas del siglo XIX, la iglesia de la Concepción o el Huerto de las Flores convierten cada paseo en una postal.
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El mejor arroz del Atlántico
Pero si hay algo que hizo que Miguel Ángel Silvestre se rindiera ante Agaete fue su faceta más gastronómica. En el pueblo se concentran algunos de los mejores restaurantes para saborear arroz marinero o paella de marisco: Las Nasas, El Dedo de Dios, El Cápita o La Terraza Angor son solo algunos de ellos. Da igual la elección: el éxito está garantizado.
El entorno lo potencia todo. Comer junto al mar, con la brisa atlántica y el rumor de las olas de fondo, convierte cada bocado en una experiencia sensorial. El arroz se sirve con producto fresco de la zona, donde el sabor auténtico del mar es protagonista.
Navegar entre acantilados
El lugar favorito del actor, sin embargo, fue el Puerto de Las Nieves, un refugio marinero con capacidad para 160 embarcaciones. Ubicado a los pies de los acantilados del norte de la isla, este puerto deportivo es ideal para quienes buscan navegar o simplemente relajarse frente a la inmensidad del océano. Cuenta con todos los servicios necesarios y está rodeado de cafeterías y supermercados.
Navegar por esta costa al atardecer es un privilegio que puede disfrutarse todo el año. Después de fondear, nada como saborear un plato de pescado fresco o unas tradicionales papas arrugadas con mojo, acompañadas de un vaso de vino local.
Un enclave con historia
Antes de abandonar Agaete, merece la pena visitar la necrópolis de Maipés, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la isla. Y si se desea un broche perfecto, basta con bajar hasta el encantador pueblo marinero del Puerto de las Nieves, donde las casas blancas y azules dibujan una estampa inolvidable.
Agaete no es solo un lugar para visitar: es un rincón para quedarse en la memoria. Una joya que une historia, paisaje, sabor y alma canaria, ahora con el sello de aprobación de una de las grandes estrellas del panorama español.