Una parte de las obras que ejecuta Lopesan en el cauce del barranco de Pasito Blanco para mejorar su campo de golf en Meloneras. / AH
Una parte de las obras que ejecuta Lopesan en el cauce del barranco de Pasito Blanco para mejorar su campo de golf en Meloneras. / AH

La Guardia Civil considera que Lopesan privatiza la playa del Hornillo y compromete la seguridad

El Seprona, tras inspeccionar la obra en el campo de golf de Meloneras, cree que el dique construido destruye el cauce del barranco e impide su desagüe natural, lo que supone un peligro ante lluvias torrenciales, además de cortar el acceso público al mar

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, tras recibir una denuncia de la Asociación Cultural Altahay el pasado 3 de junio de 2025, no sólo pidió a Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana un informe sobre la legalidad de las obras ejecutadas por Lopesan para mejorar su campo de golf, sino que también se desplazó a Meloneras para comprobar el estado de los barranquillos en Pasito Blanco. ​​​​​

Tras la inspección y valoración de los hechos denunciados, que se realizó el pasado 5 de junio, el Seprona considera que existen al menos tres infracciones graves en diferentes legislaciones.

Seguridad

Los agentes señalan que el relleno de los barrancos supone la "destrucción irreversible del patrimonio común", que son los cauces públicos, además de un riesgo para la integridad física de la playa del Hornillo, para la seguridad de los bañistas y para terceros afectados por posibles lluvias torrenciales, pues el dique o talud ejecutado impide que el barranco pueda desaguar de forma natural. Estas actuaciones podrían ser una infracción grave de la legislación de aguas estatal y autonómica, recoge el atestado policial.

Tanto el dique como el resto de canalizaciones afectan a la servidumbre de protección y de dominio público, lo que constituye otra posible infracción grave, en este caso a la Ley de Costas.

También llama la atención al Seprona el cierre del acceso público al mar, pues el sellado del tramo del Barranquillo del Hornillo interrumpe el acceso a la playa, que está establecido y señalizado por el planeamiento municipal. Esto es una destrucción de caminos públicos, una privatización encubierta de la playa y una infracción grave de la Ley de Costas, según la Guardia Civil.

Ilegal e ilegalizable

Ante esta situación, los agentes reclamaron el 6 de junio un informe sobre la legalidad de las obras. El dictamen municipal, que ha sido remitido recientemente al Seprona, es claro: las obras denunciadas son ilegales y, además, las que afectan al cauce del barranco tampoco se pueden legalizar porque contravienen el planeamiento urbanístico.

Los trabajos comenzaron en el mes de mayo y, a grandes rasgos, consisten en el relleno y sellado de un tramo del Barranquillo del Hornillo y del Barranco de Pasito Blanco. Ambos están incluidos en el Catálogo Insular de Cauces.

Dique y áridos

También se ha levantado un dique de contención en la desembocadura del Barranco de Pasito Blanco, con unas dimensiones aproximadas de 45 metros de largo y 8 metros de alto. Esta es la estructura que se encuentra dentro de la servidumbre de protección establecida por la Ley de Costas y el deslinde vigente, impidiendo el desagüe natural del barranco.

La tercera actuación controvertida es el movimiento de áridos procedentes de una parcela contigua al campo de golf. Lopesan tiene autorizado en ese suelo un hotel y varios equipamientos comerciales, pero no la extracción de áridos para rellenar el cauce del barranco colindante para mejorar su campo de golf.

Esos trabajos, además, se realizan en una parcela de titularidad municipal que está destinada a zona verde pública. De ahí que la actuación no pueda ser legalizada conforme al planeamiento vigente.