Una foto puede contar una historia, pero cuando se combina con un testimonio real, el resultado es mágico.
Esto ocurrió el pasado fin de semana en el punto más alto de Gran Canaria, El Morro de la Agujereada, donde el fotógrafo Nacho González Oramas inmortalizó a una persona que más tarde le revelaría una aventura épica para alcanzar la cima.
Un atardecer inolvidable
El Morro de la Agujereada, con sus 1.957 metros sobre el nivel del mar, es el punto más elevado de la isla, superando al icónico Pico de Las Nieves. Desde allí, las vistas son simplemente espectaculares: la Caldera de Tirajana, San Bartolomé de Tirajana, el barranco de Fataga y la lejana Punta de Maspalomas se despliegan como un lienzo natural.
El pasado viernes, al atardecer, el fotógrafo capturó una imagen única: la silueta de un hombre disfrutando del ocaso desde esta impresionante ubicación. La fotografía fue compartida en redes sociales al día siguiente, y el domingo, el protagonista de la imagen hizo contacto, desvelando la increíble historia detrás de su llegada al lugar.
El desafío de Peter: una ruta épica en bicicleta
El hombre que nacho fotografió era Peter, un noruego apasionado por las montañas y residente en Gran Canaria. Su mensaje no solo agradeció la foto, sino que también detalló el recorrido que lo llevó hasta el Morro de la Agujereada.
Peter partió desde Maspalomas y atravesó un camino desafiante que lo llevó por El Tablero, Lomo de Pedro Alfonso y el Parque Natural de Pilancones. Luego, continuó hacia la presa de Chira, subió a Ayacata y finalmente alcanzó la cima justo a tiempo para disfrutar del atardecer. Todo este recorrido lo hizo en bicicleta, demostrando su pasión por la naturaleza y el deporte.
El calor de la roca y el alma
Peter destacó un detalle especial de su experiencia: al llegar a la cima, descubrió que la roca occidental retenía el calor del sol, brindando una sensación cálida incluso al caer la noche. “Es como si las vistas mismas calentaran el alma y el cuerpo”, comentó en su mensaje.
Además, envió un video que grabó desde la cima, en el momento exacto en que se tomó la foto. Este video, compartido por el fotógrafo, ha emocionado a todos quienes han seguido esta historia.
Un agradecimiento desde las alturas
Peter no pudo contener su gratitud por la imagen que inmortalizó su esfuerzo y conexión con la naturaleza. En sus palabras, expresó: “Gracias por esta foto tan espectacular. Captura una historia muy especial para mí”.
Un paraíso para aventureros
El Morro de la Agujereada no solo es el techo de Gran Canaria, sino también un lugar que inspira a locales y visitantes. Las historias que se desarrollan en sus alturas, como la de Peter, demuestran que esta isla no deja de sorprender con su belleza y capacidad para conectar almas aventureras con la naturaleza.
Este relato es un recordatorio de que, a veces, una simple foto puede ser la puerta a historias extraordinarias. Gran Canaria y su punto más alto seguirán siendo testigos de momentos únicos, donde el esfuerzo y la pasión se funden con la magia de la isla.