Imagen de Carlos, vecino de La Palma que denuncia llevar años soportando ruidos de obras al lado de su casa, junto a un martillo rompedor. / MONTAJE AH
Imagen de Carlos, vecino de La Palma que denuncia llevar años soportando ruidos de obras al lado de su casa, junto a un martillo rompedor. / MONTAJE AH

El sinvivir de un vecino de La Palma: denuncia llevar siete años soportando obras junto a su casa

Carlos, vecino de El Paso, denuncia soportar estas obras junto a su vivienda casi a diario, una situación que define como “insostenible”

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Carlos, vecino del municipio de El Paso, en La Palma, asegura llevar más de siete años soportando casi a diario el ruido de obras que se realizan en dos parcelas colindantes a su vivienda. Explica que esta situación se ha vuelto “insostenible” tanto para él como para su familia, especialmente para sus hijos menores de edad. De hecho, afirma que se encuentran "desesperados por encontrar otro lugar en el que vivir".

El vecino relata que a escasos metros de su casa se realizan trabajos que "generan un ruido constante". Esto, dice, les ha provocado "ansiedad y estrés". Además, sostiene que una de las obras carece de licencia y que, aunque el ayuntamiento ha ordenado su paralización, "continúan produciéndose otros ruidos ajenos a la obra". 

Ruidos que sufre un vecino de La Palma en su casa. / CEDIDO

Paralizada

Según explica Carlos a Atlántico Hoy, una de las obras se encuentra paralizada, mientras que la otra continúa funcionando. En la obra detenida, asegura, "todavía se realizan trabajos que no están relacionados con la construcción pero que también resultan molestos" ya que implican "el uso de herramientas como martillos y radiales".

Asegura que el proceso para lograr la paralización "ha sido lento debido a la burocracia, pero que finalmente se constató, tanto por la Policía Local como en el expediente urbanístico, que la obra denunciada no contaba con licencia". El ayuntamiento, según relata, ha dado dos meses "para resolver la situación". 

Salud

Carlos afirma que esta situación está afectando "gravemente a la salud de su familia". Asegura que están recibiendo "terapia psicológica" y que sus hijos "son quienes más sufren las consecuencias". En el colegio, explica, "detectaron anomalías en el comportamiento de uno de ellos, que posteriormente fue diagnosticado con TEA e hipersensibilidad, condición por la cual los ruidos fuertes le resultan especialmente perjudiciales", detalla.

El vecino señala que llevan años "intentando mudarse, ya que viven en una vivienda de alquiler", pero que la situación actual del mercado les ha dificultado encontrar otra casa.

Sin un horizonte claro

Aunque reconoce que el panorama no es alentador, Carlos asegura que continuará recurriendo a todas las vías posibles. Afirma que ya acudieron en su momento a la Diputación del Común, donde su caso fue archivado, pero que, "ante la existencia de motivos, podría reabrirse siguiendo los plazos establecidos", concluye.