El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez. / CEDIDA
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez. / CEDIDA

El alcalde de La Laguna recibe "con satisfacción" la obligación a La Esclavitud a aceptar mujeres

La justicia ha dado un mes a la hermandad de La Esclavitud para cumplir con la sentencia bajo amenaza de multa

Álvaro Oliver González, redactor jefe en Tenerife

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, ha valorado de forma positiva el auto de ejecución dictado por el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Santa Cruz de Tenerife, que obliga a la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna a eliminar la cláusula de sus estatutos que excluía a las mujeres. El regidor ha asegurado que se trata de “una noticia que recibimos con satisfacción, porque ratifica lo que ya dictaminó el Tribunal Constitucional en noviembre de 2024”.

Gutiérrez recordó que la Esclavitud es “una institución muy querida por los laguneros y las laguneras” y subrayó que el veto a la incorporación de mujeres “es una situación anómala que no tiene cabida en pleno siglo XXI y que debe ser corregida”. El alcalde expresó además su confianza en que pronto se pueda ver a las mujeres que lo deseen como miembros de pleno derecho y participando en las procesiones junto a la venerada imagen del Cristo de La Laguna.

Un mes

Las palabras del regidor llegan después de que el juzgado haya decretado este mes la fase de cumplimiento forzoso de su orden de julio de ejecución de la sentencia que declaró nulo el artículo primero de los estatutos de la hermandad, en la parte que impedía el acceso a mujeres por razón de sexo. La resolución más reciente concede un mes a la Esclavitud y a la Diócesis de Tenerife para acatar el fallo, bajo apercibimiento de multas coercitivas.

El caso tiene un largo recorrido. Fue en 2008 cuando María Teresita Laborda Sanz inició su batalla para poder ingresar en la cofradía, uno de los símbolos religiosos y culturales más importantes de Canarias. En 2020, un juzgado declaró discriminatoria la exclusión y la Audiencia Provincial confirmó esa decisión, pero en 2022 el Tribunal Supremo dio la razón a la hermandad. La controversia se cerró en noviembre de 2024, cuando el Tribunal Constitucional reconoció que la negativa a admitir mujeres vulneraba derechos fundamentales de igualdad y asociación.

La sentencia del Constitucional supuso un punto de inflexión. El alto tribunal sostuvo que la exclusión no respondía a criterios religiosos ni morales y que, dada la relevancia social y cultural de la Esclavitud, la discriminación no podía justificarse. Con ese fallo firme, la justicia ordena ahora que la hermandad ejecute en la práctica la admisión de mujeres y adapte sus estatutos a la Constitución.

Representativa de toda la ciudadanía

Para el alcalde lagunero, el cumplimiento efectivo de la sentencia no solo tiene un alcance jurídico, sino también simbólico. “La Esclavitud del Cristo forma parte de nuestra historia y de nuestra identidad como pueblo. Abrirla a las mujeres es un paso necesario para que siga siendo una institución representativa de toda la ciudadanía”, señaló.

El asunto ha despertado un intenso debate en la sociedad lagunera, entre quienes defienden el peso de la tradición y quienes reivindican el derecho a la igualdad en una asociación de carácter religioso pero con una marcada influencia pública. Con la fase de ejecución en marcha y la advertencia judicial de sanciones, todo apunta a que la Esclavitud tendrá que adaptarse a los tiempos y abrir por primera vez en sus más de tres siglos de historia las puertas a las mujeres.