La Laguna se queda sin 'after': la policía precinta el Mambo por drogas, menores e inseguridad

El local, situado en la avenida de la Trinidad, era muy conocido en la noche lagunera por ser el que abría hasta más tarde

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A la izquierda, el Mambo precintado actualmente. A la derecha, una imagen de archivo de 2021, cuando fue desalojado por una fiesta ilegal también con menores./ MONTAJE AH
A la izquierda, el Mambo precintado actualmente. A la derecha, una imagen de archivo de 2021, cuando fue desalojado por una fiesta ilegal también con menores./ MONTAJE AH

A plena luz del día, fuera de su horario habitual, casi nadie percibirá que el Mambo, una de las discotecas más famosas de La Laguna, está precintado. Por la noche, la cosa cambia. La persiana bajada en uno de los locales donde más gente se reúne en las madrugadas de los fines de semana y el precinto policial evidencian hasta para el más perjudicado que algo ha ocurrido con el establecimiento.

El pasado 7 de septiembre, la Policía Local de La Laguna cerró el Mambo. El local es conocido por muchos jóvenes por ser, posiblemente, la discoteca que abre hasta más tarde. El after al que la gente va cuando todos los demás cierran para apurar la noche al máximo.

Tres infracciones muy graves

En medio de un creciente descontrol en el ocio nocturno lagunero, el cierre sorprende a pocos. Según explica la gerencia de Urbanismo de La Laguna a Atlántico Hoy, el local tiene una suspensión forzosa de seis meses y una cuantiosa multa económica -cuya suma no ha trascendido- por haber incurrido en tres infracciones muy graves y una cuarta grave contra la ley de actividades clasificadas, espectáculos públicos y otras medidas complementarias.

El local habría incumplido los artículos 62.2, 62.5, 62.11 y 63.4 de la mencionada norma, que regulan las salidas de emergencia y aforo; el acceso de menores; la presencia de drogas en el local; y el horario de cierre.

Salidas de emergencia y menores

Así, el artículo 62.2 sanciona "desarrollar la actividad sin sujeción a las medidas contenidas en el proyecto, autorizado comunicado o a las impuestas por el órgano competente, especialmente las relativas acceso, salidas de emergencia (...)". En el caso del Mambo, las actas policiales hablan del bloqueo de la cerradura de la salidas de emergencia y obstaculización de las mismas con mobiliario y mercancía, explica a Atlántico Hoy el ayuntamiento.

Con respecto al acceso de menores, el artículo 62.5 sanciona el permitir su entrada "a locales de espectáculos públicos con decoraciones inadecuadas o que puedan dañar su integridad física, psíquica o moral y en todo caso la infracción de las condiciones específicas señaladas en el artículo 44". Las actas del Mambo hacen referencia a la infracción de esas condiciones específicas del artículo 44 c), que describe: "El horario de finalización no podrá superar las 23,00 horas, independientemente de que, pasada una hora del cierre, el local pueda reabrirse para acceso exclusivo de personas mayores de edad". En un registro del local pasadas las 23:00 horas, la Policía Local encontró menores de edad.

Drogas y horario

Además, el artículo 62.11 prohíbe "el desarrollo, permisión o tolerancia de espectáculos o actividades en locales, cuando se promueva, facilite o consienta el consumo de drogas tóxicas o estupefacientes, sin perjuicio de la responsabilidades penales, que ellos pueda derivarse” y, en el caso del Mambo, hay un acta donde se pone de manifiesto que "había un cliente que se encontraba consumiendo sustancias estupefacientes", así como otras actas de diferentes días que reflejan que la policía encontró sustancias estupefacientes en la actividad del local, detalla el consistorio.

Estas tres infracciones muy graves son las que, originalmente, dieron pie al cierre del local, aunque Urbanismo decidió incluir en el expediente, por considerarlo todo un conjunto de infracciones, también una cuarta grave tipificada en el artículo 63.4 de la ley por "incumplir el horario permitido".

Casos previos

En 2021, cuando todavía estaban vigentes las restricciones al ocio nocturno por la pandemia de la COVID-19el bar fue desalojado por una fiesta ilegal y a puerta cerrada de 150 personas, entre las que también había menores.

En aquel caso, los agentes aporrearon la puerta durante más de media hora sin que nadie respondiese en el interior. Una vez accedieron comprobaron que, efectivamente, se estaba llevando a cabo la fiesta, que supuso una falta grave de la normativa sanitaria.