Los problemas de movilidad afectan a casi cualquier rincón de la geografía de Tenerife, da igual que sea en el centro, en el área metropolitana o en la costa. Actualmente, y como ejemplo de la situación, visitar la Punta del Hidalgo se puede llegar a convertir en un auténtico desafío veraniego, especialmente si a encontrar aparcamiento se refiere.
Desde hace varios meses, vecinos de la calle Dracaena, situada en este enclave de la costa lagunera, han elevado las voces ante la imposibilidad de aparcar en su calle. A modo de protesta han colgado pancartas en las fachadas de sus viviendas por las 42 multas recibidas: 200 euros cada una.
Garajes
La razón, como ya ha publicado en diferentes ocasiones Atlántico Hoy, se circunscribe a la peatonalización de la referida vía (una recepción que tuvo lugar en 2005 cuando el Ayuntamiento la recepcionó en condiciones de calle peatonal por parte de Muvisa), lo que lleva consigo la prohibición de circular y estacionar, salvo a aquellas personas que entren o salgan de su garaje, si es que lo utilizan.
Y es que la mayoría de los domicilios de Dracaena cuentan con garaje propio solo que, tal y como explicó el portavoz de vecinos, José Antonio Reyes, en el reciente pleno municipal, estos garajes fueron convertidos en cuartos trasteros o similar ante la posibilidad de estacionar en la carretera, incluso delante de los vados con licencia, previo pago.
Respuesta del Ayuntamiento
Badel Albelo, concejal de Seguridad y Tráfico en el consistorio lagunero, explicó en el pleno que un vado no da derecho a tener aparcamiento reservado en la calle.”Pagar por un vado implica que nadie puede estacionar frente a tu entrada. No da ningún privilegio añadido ni convierte ese tramo de calle en propiedad privada. Tampoco permite reservar aparcamiento para uno mismo ni para los vecinos”.
En declaraciones a este periódico -y en relación a la pretensión de los residentes de la calle de contar con una zona verde que les permitiese estacionar-, Albelo ha comentado que “no se puede poner una línea verde porque sí. El estacionamiento reservado a residentes debe estar justificado por una necesidad objetiva, regulado por ordenanza y aprobado por los órganos competentes. No se puede crear una zona verde en una calle concreta solo porque lo pidan algunos vecinos”.
Carta vecinal
Añade el concejal que actuar así sería “trato de favor y podría incluso incurrir en ilegalidad”.Además, indica, “no se puede hacer una regulación que beneficie solo a los residentes de una calle en detrimento del resto del pueblo. Las calles, mientras no haya una ordenanza que diga lo contrario, son de uso general y libre acceso”.
Por otro lado, distintas asociaciones del lugar han firmado una carta enviada a la corporación en la que exponen los diferentes problemas que afectan al mencionado núcleo poblacional, reclamando atención para todos ellos, incluido el de la falta de zonas para estacionar.
“Siendo este un problema a resolver, en el pueblo hay muchos otros por abordar, y así lo trasladamos en la reunión: urge mejorar el transporte público, reforzar infraestructuras, proteger el litoral, cuidar a nuestros mayores y dinamizar el sector pesquero y comercial. En eso es en lo que debe centrarse el debate político si de verdad se quiere trabajar por ese pueblo”, indica uno de los párrafos de la carta.
Enmienda
Teniendo en cuenta las diferentes opiniones de los vecinos y vecinas de la localidad, nos explica Albelo que el grupo de gobierno presentó una enmienda de sustitución a la moción presentada por Drago Verde Canarias y que contó con el apoyo total de la corporación.
La enmienda aprobada contempla, entre otras actuaciones, la urbanización de la calle, “que tiene unas complicaciones añadidas por el ancho”, matiza y añade que urbanizar la calle no es “poner una acera”. Las acciones a desarrollar contemplan la habilitación de celdas peatonales, de tal manera que puedan convivir el tráfico y los aparcamientos que resulten, “de 9 a 11 plazas, pero no más”, subraya.