Los vecinos del casco histórico de La Laguna denuncian sufrir desde hace años los ruidos generados por los constantes eventos festivos en el centro de la ciudad, una situación por la que han presentado numerosas quejas, incluida una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife por lo que consideran “graves incumplimientos en materia de legislación acústica” por parte del Ayuntamiento.
Ante estas quejas, el consistorio lagunero ha insistido en que toma “muy en serio el descanso y los derechos de quienes viven en el Casco Histórico”, señalando que ya se "han aplicado medidas como la redistribución de actividades, la adaptación de horarios y diversas acciones orientadas a conciliar la dinamización cultural con la convivencia vecinal".
El conflicto llegó al Pleno municipal el pasado mes de octubre, cuando Unidas Se Puede presentó una moción para aprobar de forma definitiva la ordenanza de ruido del municipio. El consistorio se comprometió entonces a impulsar la ordenanza --aprobada inicialmente en 2023-- y a distribuir los actos por distintas zonas del municipio para reducir la carga de eventos en el centro peatonal.
Lucha vecinal
Durante el debate plenario, Pablo Reyes, representante de la asociación de vecinos del casco histórico, recordó que desde la creación del colectivo en 2002 han trabajado para mejorar la calidad de vida de la vecindad. Según explicó, su labor constante contra el ruido y el uso inadecuado del espacio público les ha llevado a presentar “muchas denuncias, cartas, debates o asistencia a reuniones”, así como una queja formal ante la Diputación del Común.
Reyes afirmó que, pese a que en un reciente encuentro con el alcalde se expresaron buenas intenciones, la situación sigue siendo “prácticamente muy parecida”. Entre los compromisos adquiridos, mencionó recortar fiestas, potenciar el tardeo, ajustar horarios, establecer limitadores de sonido y sacar adelante la ordenanza junto con la actualización del mapa del ruido. Sin embargo, aseguró que la mayoría de estos compromisos no se han aplicado de forma efectiva.
Volumen "incontrolado"
Como ejemplo, señaló que la mayoría de actos de las Fiestas del Cristo comenzaron a las 21:00 horas debido a la celebración de la misa a las 20:00 horas, algo que, según dijo, evidencia que “se tiene más en cuenta a la iglesia que a la vecindad”. También cuestionó la eficacia de los limitadores de volumen y citó el acto de bienvenida a los estudiantes universitarios o el festival rock como ejemplos de exceso de ruido.
El representante vecinal recordó que en 2023 se abrió un plazo de aportaciones a la futura ordenanza y que el colectivo presentó alegaciones al borrador, sin haber recibido respuesta. Añadió que aún están a la espera de que se actualice el mapa del ruido, que data de 2018, mientras aseguran vivir “niveles de volumen incontrolado todos los fines de semana”.
"Hemos cumplido"
No obstante el primer teniente de alcalde, Badel Albelo, defendió la gestión municipal y aseguró que en La Laguna “nos tomamos muy en serio el descanso y los derechos de quienes viven en el Casco Histórico”, destacando la redistribución de actividades, la adaptación de horarios y la adopción de medidas para conciliar la dinamización cultural con la convivencia.
Albelo subrayó que el Ayuntamiento “no ha permanecido de espaldas al diálogo” y recordó que hace menos de un mes se aprobó por unanimidad un paquete de medidas para reducir la contaminación acústica, actualmente en fase de implantación.
Plan de Acción
Explicó además que Medio Ambiente desarrolla junto a Gesplan un Plan de Acción Contra el Ruido que permitirá actualizar el mapa acústico y avanzar hacia una nueva ordenanza “eficaz y jurídicamente sólida”, asegurando que la asociación vecinal ha sido informada en todo momento.
“En La Laguna no hay dejación ni desprotección vecinal, sino un trabajo serio, riguroso y continuo”, afirmó, insistiendo en el objetivo de lograr una convivencia sostenible “sin renunciar a la identidad cultural y dinámica que caracteriza a la ciudad”.
