El Ayuntamiento de La Laguna pondrá en marcha en los próximos meses una prueba piloto de Zona Azul en el barrio San Lázaro, una zona marcada por la saturación de vehículos debido a la proximidad del aeropuerto Tenerife Norte. El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, confirma a este medio que este será el primer paso de una estrategia que pretende extenderse a todo el municipio, como parte de un nuevo reglamento de estacionamiento y movilidad sostenible.
“Es el compromiso que tenemos con los vecinos de San Lázaro. Veremos si es rentable, si funciona y si ofrece una solución real al problema. A partir de ahí, se estudiará su implantación en otros barrios y distritos”, explica el regidor a Atlántico Hoy
Una medida de alcance municipal
La iniciativa no se limita al entorno del aeropuerto. El consistorio prepara un nuevo reglamento de estacionamiento en línea azul y verde que se aplicará progresivamente en distintos núcleos de La Laguna, desde el casco histórico hasta barrios costeros como Bajamar y La Punta del Hidalgo. El objetivo es ordenar el uso del espacio público, liberar las calles del aparcamiento indiscriminado y garantizar una rotación real que beneficie tanto a residentes como a comercios.
El propio alcalde recuerda que la falta de aparcamiento es un problema generalizado en los seis distritos del municipio. Un estudio del Foro Económico y Social ya identificó que una de las principales demandas ciudadanas es la creación de plazas reguladas y bolsas específicas para residentes, según señala el primer edil.
San Lázaro, un barrio asfixiado por el aeropuerto
Aunque el proyecto es de carácter municipal, San Lázaro ha sido elegido como primer escenario de prueba por las circunstancias particulares que vive el barrio. La cercanía al aeropuerto de Los Rodeos ha convertido sus calles en un aparcamiento alternativo y gratuito para viajeros, lo que genera un colapso constante, ruido, inseguridad vial y malestar vecinal.
La situación ha derivado en protestas y en la creación de una coordinadora de 15 asociaciones que ha logrado arrancar compromisos tanto del ayuntamiento como de AENA, que se ha visto obligada a abrir una línea directa de comunicación con los residentes. Para el consistorio, probar allí la Zona Azul permitirá comprobar si el sistema es capaz de frenar la presión aeroportuaria y devolver a los vecinos el control sobre su espacio público.
Más plazas y nuevas infraestructuras
La regulación con Zona Azul se enmarca en un plan más amplio de creación de aparcamientos en todo el municipio. El ayuntamiento prevé superar las 7.000 nuevas plazas que Luis Yeray Gutiérrez prometió en la campaña electoral mediante bolsas de estacionamiento en superficie, como las habilitadas junto al Cristo, en El Cardonal o en La Cuesta, y a través de proyectos de mayor envergadura.
Entre las iniciativas más innovadoras destacan las torres automatizadas de aparcamiento, estructuras de seis plantas con ascensores automáticos capaces de albergar hasta un centenar de coches, incluidos eléctricos. También se proyectan aparcamientos en altura en espacios ya existentes como La Quintera o Rodríguez Moure.
El alcalde subraya que la apuesta no es solo por crear más plazas, sino por cambiar la relación de la ciudadanía con el coche privado. “Cuando se ordena el estacionamiento y se facilita una alternativa, el vecino se anima a desplazarse en guagua, en taxi, en bicicleta o a pie”, defiende Gutiérrez.
