Sol, volcán, mar y kilómetros de carreteras flanqueadas por lava. Hay lugares que parecen diseñados para enamorar a quienes hacen del deporte su forma de vida, y eso es precisamente lo que le ocurrió al protagonista de esta historia. Aunque su país natal se encuentre a miles de kilómetros, considera que su hogar está aquí, en Canarias, y no duda en gritarlo al mundo.
Apenas se necesita una visita para notar la conexión. Lo que empezó siendo una simple carrera se convirtió, sin planearlo, en un punto de inflexión en su vida. Hoy vive en el archipiélago y lo ha recorrido entero, isla por isla, quedándose con una en el corazón.
Un campeón muy canario
Jonas Van de Steene, campeón del mundo y medallista olímpico, entrenó en Tenerife su pretemporada para este 2025, pero su residencia habitual está en Playa Blanca, en Lanzarote. Durante una entrevista con Radio Club Tenerife (Cadena SER), el deportista belga compartió su amor incondicional por las islas.
"Ya he podido visitar las ocho islas y cada una tiene su encanto", afirmaba Jonas, que asegura sentirse completamente integrado en el archipiélago. “Al principio solo era Playa Blanca, que me apunté para una carrera, desde entonces ya llevo tiempo viviendo en Lanzarote”, explicaba a los micrófonos de la SER.
Una vida entre islas
Sobre la práctica deportiva en el archipiélago, Van de Steene asegura que cada isla ofrece buenas condiciones para entrenar: “En cada isla se puede entrenar, pero tengo que mirar el tráfico. En general se puede entrenar en todas”.
Su conexión con Canarias es total. “Ya me considero canario, tengo mi corazón en las Islas Canarias. Yo sé lo que he vivido y nunca me iré de las islas, me quedan muchas cosas por vivir aquí”, decía emocionado el campeón mundial.
De Bélgica a Lanzarote
Aunque Jonas nació en Bélgica el 15 de febrero de 1987, es evidente que su corazón late ahora al ritmo del Atlántico. En su día a día, vive como un isleño más, y encuentra en el clima, la tranquilidad y la cercanía de la gente las razones de su felicidad.
Su historia es una muestra de cómo el deporte no solo cambia vidas, sino que también encuentra lugares mágicos para florecer. Para Jonas Van de Steene, ese lugar tiene nombre: Canarias.