Los actos vandálicos acaecidos recientemente en el barrio santacrucero de San Andrés han puesto en alerta a sus vecinos. La quema de un vehículo privado, el robo de material de pintura de la obra del nuevo polideportivo y, sobre todo, el susto de una mujer al encontrarse con un ladrón en su vivienda mientras dormía.
Esta inquietud vecinal se ha generalizado por el pueblo, pero confía en recuperar la normalidad. Así lo han hecho saber a Atlántico Hoy miembros de la Asociación de Vecinos El Pescador de San Andrés.
“Tuvimos contacto con la policía esta semana y nos aseguraron que desde este fin de semana iban a tener una presencia más constante y frecuente. Esperemos que así sea”, apuntó uno de los vecinos.
Sorprendidos por el repunte
En relación a los sucesos vandálicos, reconoce que “sorprende, porque San Andrés no está acostumbrado a eso”, aunque también contextualizó que esta sucesión de hechos delictivos “va por etapas”.
Así, explica que “hay tiempos en los que el pueblo está tranquilo y otras en los que sufre este tipo de incidentes. Lo que tenemos es que colaborar y requerir a los efectivos de seguridad de la fuerza pública para que tengan más presencia en el pueblo.”
Además, señala que la policía les anima a denunciar, “y es conveniente que los vecinos lo hagan”. Asimismo, esgrime que el que haya datos estadísticos de denuncia “favorece los informes de la policía para que pongan presencia policial”.
Más actos vandálicos
También recuerdan los miembros de la AA.VV El Pescador que estos hechos vandálicos relevantes han ocurrido en el plazo de cinco días, “pero antes ha habido otras cosas. Ha habido robos puntuales hace unas semanas. Digamos que eso genera cierta intranquilidad y no estamos acostumbrado a este tipo de reacciones”.
Mirando más hacia atrás, y en un contexto de normalidad sin pandemia, rememora que hubo una racha en que se cometían muchos robos en los vehículos de los turistas que iban a la playa y los que iban arriba, al mirador, “pero eso se ha controlado”. De momento, no ha empezado esa etapa de oleada de turistas y visitantes a la playa. “Tenemos que esperar a las épocas estivales para comprobarlo y controlar si suceden este tipo de incidencias”.
El susto del allanamiento
Respecto al delito más grave de los recientes, el del robo en una vivienda con la inquilina en su interior, este vecino reconoce que no ha podido hablar con la afectada, pero sí sabe “que estaba tranquila en su casa, se despertó y, afortunadamente, la persona salió sin crear daños personales. Solo fue una cuestión de robo de joyas y efectos de valor”, comentó antes de confesar que no sabe más.
Por último, insiste en dejar claro el mensaje a los vecinos de San Andrés de que “denunciar es un factor importante”. En esta línea, informa que ha tenido constancia de que las personas se han dedicado a denunciar. “Todo es cuestión de la colaboración vecinal. Si colaboran e informa, este problema se puede aplacar,” finaliza.