Quiero dedicar mi artículo de esta semana a hablar de la Academia de Gastronomía de Santa Cruz de Tenerife, que se fundó en 2001 por los siguientes Académicos Fundadores: Roberto Ucelay Sabina (primer Presidente), Juan Antonio Núñez Rodríguez, Luis Losada García-Sanjuan, Manuel Iglesias García, Rodolfo Núñez Ruano, Juan Fuentes Tabares, Marisa Tejedor Salguero, Francisco Javier Zamorano Sáenz, Vicente Febles González y Benicio Alonso Pérez, actuando de notario Bernardo Saro Calamita.

“Estudio, cultivo, investigación, divulgación, ensalce, estímulo, promoción, premio y difusión de las artes culinarias y gastronómicas y otras, fomentando la pureza de sus tradiciones y su ejercicio que permita una evolución respetuosa de las mismas, así como dando a conocer en Canarias, en las demás Comunidades del Estado Español y en el extranjero sus características y aspectos más relevantes”, estos son los fines académicos de esta organización, los cuales se recogen en sus estatutos vigentes.
 
Me gustaría hacer mención a su Junta Directiva, la cual está compuesta en la actualidad por los siguientes académicos: Antonio De La Cruz Veguero (presidente), Marichu Fresno Baquero (secretaria), Lourdes Fernández López (vicepresidenta 1º), Luis Díaz de Losada (vicepresidente 2º), Juan José Saavedra Gallo (tesorero), Antonio Gómez Jiménez (vocal censor), Ramiro Cuende Tascón (vocal bibliotecario) y José Carlos Marrero González (vocal).

En junta directiva celebrada el pasado 9 de marzo, tras cumplir todos los requisitos establecidos en los estatutos de la Academia de Gastronomía de Santa Cruz de Tenerife, se acordó admitir nuevos académicos. En estas nuevas incorporaciones se encuentran las siguientes:  Camir Gómez-Pablos Calvo, Monsy Tudela Beltrán, José Manuel Ruiz Pons y Corviniano Ángel Clavijo Rodríguez.

Por medio del escrito que dirigí al presidente de la Academia, Antonio De La Cruz Veguero, agradecí de corazón mi propuesta para pertenecer a tan insigne institución. Este nombramiento es un gran honor para mí, pues siempre he intentando poner la máxima voluntad en aprender acerca de nuestra gastronomía, nuestra restauración y de nuestro maravilloso producto local.

He de confesar que, por influencia familiar, siempre me he sentido atraído por el mundo de la restauración, pero ha sido quizás en los últimos años cuando he profundizado más en este campo de manera activa. Realizo diariamente una labor de divulgación gastronómica a través de mis redes sociales personales, además de por supuesto ser socio fundador de los medios digitales Atlántico Hoy y Hule y Mantel.

La fotografía de platos es una tarea que considero esencial a la hora de transmitir los valores y las riquezas de la gastronomía a través de mi cuenta de Instagram, por lo que es una tarea en la que me he esmerado mucho y lo seguiré haciendo con el fin de hacer la mejor labor de divulgación posible. Esta es mi manera particular de mostrar el respeto a los restauradores y un modo de aportar mi granito de arena a la gastronomía en general y a la tinerfeña en particular.    

Tenerife es tierra fértil, atlántica, de morfología volcánica y frondosidad; paisajes y sentimientos que se han transmitido a la cocina con expresión versátil que ha multiplicado a la enésima potencia su visibilidad, como volvió a comprobarse en el reciente congreso internacional Madrid Fusión 2022. De hecho, todas las miradas, según se nos transmite, se centraron en ese espacio de 200 metros cuadrados planificado al milímetro en Ifema por un equipo de más de 70 personas conformado por el Cabildo Insular tinerfeño.

Desde la lanzadera de cocineros tinerfeños que abrieron el sendero de formatos, fórmulas y compromisos empresariales que hoy se exhibe con solvencia en el panorama nacional, Tenerife, con sus aderezos autóctonos, producto local, hornada especialísima de cocineros-as ofrece sus sabores tradicionales reinterpretados y respetuosos con conceptos cada vez más valorados.

Turismo-gastronomía-sector primario, es una relación que ya ha sido resaltada en otros de mis artículos. Una transversalidad que, junto con la clave de la sostenibilidad, parece ya reafirmada en un escenario, el de Tenerife, que parte con renovadas expectativas tras el parón universal provocado por la Covid-19.

Tenerife gracias a su arduo y constante trabajo y perseverancia y no por “arte de magia”, sigue erigiéndose como ese gran motor que ha determinado que la Isla, sea un destino gastronómico en toda regla. Aquí hay de todo, tenemos restaurantes buenos en cada propuesta, desde la alta cocina hasta el maravilloso guachinche.

Talentos fantásticos y reconocidos, de hecho, y precisamente en MF22 nos han reconocido como “exportadores de conocimiento”, influyentes en la diferenciación de producto, vinos y cocina. El éxito de Tenerife, en mi opinión, radica en la incorporación de un producto admirado y admirable y en los artífices de ensalzar dicha materia prima única y exclusiva.

La línea seguida desde hace años por nuestros cocineros y cocineras, repleta de variadas propuestas, ha contribuido a que nuestra cocina llame la atención, brille con luz propia y no como flor de un día. Tenerife, como locomotora de la gastronomía en el archipiélago, plasma hoy el ADN culinario constituido por muchos aderezos y perseverancia, aunque quizá con los obstáculos de no avanzar todos juntos en el mismo sentido, una cuestión desde mi punto de vista a revisar continuamente.

Corviniano Clavijo
Presidente de Crónica del Atlántico Hoy, S. L.