Opinión

El hombre que unió a las Islas (in memoriam de Antonio Armas)

Antonio Castro Cordobez

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Recibida la inesperada noticia del fallecimiento de Antonio Armas Fernández, en primer lugar nos embarga la sorpresa y la pena por la pérdida de una gran persona y amigo. Me vienen a la mente muchos recuerdos que ahora quiero comentar, en honor de un hombre emprendedor que luchó por unir las Islas a través del mar y que fue también un canario ejemplar.

Antonio Armas presidió y dirigió durante décadas la compañía Naviera Armas. Mis primeras referencias sobre su persona me llegaron a través de las actividades relacionadas con la compañía o desde los medios de comunicación. Años más tarde, cuando ocupé el cargo de consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, necesariamente se estableció una relación más cercana. Entonces tuve la oportunidad de descubrir a un empresario audaz y visionario, con las ideas muy claras de cómo debe operar una naviera en Canarias. 

Las varias actividades que necesariamente se tienen que producir entre la Administración Pública y, en este caso, con una empresa de transporte marítimo, me permitieron constatar que era una persona emprendedora, un luchador y un innovador. Prueba de ello es haber incorporado en su momento a sus buques el sistema roll-on/roll-off, una auténtica revolución del transporte de pasajeros, mercancías y vehículos en el Archipiélago. Su irrenunciable empeño siempre fue conseguir que el mar pasara de suponer una barrera a convertirse en un puente de unión entre las Islas, la Península y África noroccidental.

Tengo plena constancia de los esfuerzos que hacía por potenciar un modelo de empresa canaria competitiva, lo que logró de forma ejemplar. Son múltiples las pruebas de su cariño hacia todas las Islas y la visión para desarrollar una compañía que ha prestado a lo largo de décadas un servicio enorme al progreso del Archipiélago y a las comunicaciones marítimas. Una muestra de su compromiso con Canarias es que sus barcos han sido bautizados siempre con nombres de volcanes de las Islas.

En mi etapa como responsable en el Gobierno de Canarias en materia de transportes, siendo Adán Martín presidente del Ejecutivo, nos correspondió elaborar y tramitar la aprobación del proyecto “Eje Transinsular de Transportes” para facilitar la conexión intermodal del Archipiélago. Iniciativa novedosa planificada a principios de este siglo XXI y que Naviera Armas ha tenido en cuenta a la hora de incrementar sus actividades. 

En este escenario se sitúa su apuesta por modernizar la flota, expandirse con la adquisición de Trasmediterránea y consecuentemente operar también con la Península, Baleares y África noroccidental.

Otra demostración de su carácter emprendedor e inquieto y de que nunca eludió afrontar nuevos retos, es que en la década de los años noventa estudió la posibilidad de extender su actividad al transporte aéreo. Finalmente, desistió y prefirió centrarse en la modernización de su flota marítima; el resultado es que la gestión de Navieras Armas SA solo puede ser calificada de espectacular.

Son muchas las cosas que podría decir sobre un hombre que supone un orgullo para Canarias, pero mejor recomendaría la lectura del libro del periodista Juan Carlos Díaz Lorenzo, Naviera Armas. Una nueva generación. En la publicación el autor, sin duda todo un especialista en estas materias, hace un repaso que considero muy riguroso y detallado de la historia de la compañía, y de la vida y obra de sus protagonistas. Especialmente interesante me parece el capítulo referido a la etapa de consolidación y expansión de la Naviera que emprendió el empresario ahora fallecido.

Tras cambiar yo de responsabilidades políticas, Antonio Armas pasó a convertirse en un buen amigo y una persona cercana, cordial, apasionado por su compañía, a la que se dedicó con todas sus fuerzas. En definitiva, establecimos una colaboración fructífera en lo empresarial y entrañable en lo personal.

Me vienen también a la memoria comportamientos que de alguna manera reflejan cómo era Antonio Armas desde una perspectiva humana. Por ejemplo, facilitaba desinteresadamente el traslado de deportistas o equipos de emergencia cuando se organizaban actos culturales o musicales o había que enfrentarse a una emergencia. La misma generosidad mostró patrocinando actividades de todo tipo en cualquier rincón del Archipiélago.

Personalmente, guardo un gratísimo recuerdo de su insistencia en que asistiera al acto de botadura del buque Volcán de Taburiente, por la vinculación de este nombre con La Palma y en el que quiso que participara como madrina mi esposa. 

Me congratulo y celebro que en vida recibiera el reconocimiento del Archipiélago al concederle el Gobierno la Medalla de Oro de Canarias en 2021. Una decisión justa y merecida. 

En la hora de la despedida quiero expresar mi más profundo y sentido pésame a toda su familia y en particular a su esposa y sus hijos, y también a sus amigos y personal de la empresa. No albergo duda alguna de que ha fallecido una gran persona, un brillante empresario y un leal amigo que siempre convirtió en agradable el trato con quienes tuvimos la suerte de conocerlo. Un naviero que engrandeció y unió Canarias gracias a su firme compromiso con este Archipiélago y sus habitantes.

Antonio A. Castro Cordobez

Expresidente del Parlamento de Canarias

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