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Opinión

Capítulo 8 (segunda temporada): 'Un príncipe de Invernalia'

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Si eres uno de esos fans que, cuando acaba una temporada de Juego de Tronos, se te queda un vacío inmenso en el corazón y en tu vida, significa que no solamente te gusta la serie, sino que estás obsesionado con ella. No te preocupes, porque en AtlánticoHoy también estamos obsesionados con los dragones, las traiciones, las intrigas y las diferentes casas nobles de Poniente. Por eso, te proponemos un plan para hacer la espera hasta el estreno de la última temporada un poco más llevadera, comentando CADA VIERNES todos los capítulos de la serie, uno por uno, semana tras semana, para volver a disfrutar de ellos y poder recordar detalles y matices que es posible que se perdieran por el camino. Empezamos...

Capítulo 8 (segunda temporada): 'Un príncipe de Invernalia'

La farsa de Theon continuaba en el Norte. Después de haber asesinado a los hijos de un granjero y presentarlos como si fueran los Stark, mató a los cuervos para aislar a la ciudad de cualquier tipo de comunicación. 

Su hermana Yara llegaba a Invernalia con la intención de apartar a Theon del Norte para que estuviera a salvo. La verdad era que todo el Norte se iba a volver contra ellos por haber matado a los Stark (o haberlo fingido). Lo último que le dijo su hermana antes de irse fue: "No mueras tan lejos del mar", pues el verdadero poder de los Greyjoy residía en sus barcos. 

Ygritte y los salvajes habían capturado a Qhorin Mediamano y a Jon Nieve. Ahora ambos eran prisioneros más allá del Muro. Lo cierto es que la salvaje estaba en deuda con Jon por no haberla matado y ella le devolvió el favor al conseguir que los demás salvajes no lo ejecutaran a él. 

Robb y Talisa seguían conociéndose. Las atentas miradas de los soldados los vigilaban, pues él tenía un juramento que cumplir con Walder Frey. Debía casarse con su hija. Era lo que le había prometido con tal de que lo dejaran marchar sobre el puente hacia Desembarco del Rey, cuando Robb todavía tenía la esperanza de salvar a su padre de las manos de Joffrey. Mucho había cambiado en los Siete Reinos desde la muerte de Ned Stark y mucho había cambiado en el transcurso de la guerra. 

La posición de los norteños se llegó a debilitar por una acción impulsiva de Lady Stark. Ella dejó libre a Jaime Lannister y ordenó a Brienne que trajera de vuelta a sus hijas a cambio de 'El Matarreyes'. 

Todo esto se hizo a las espaldas de Robb, lo que dio lugar a la pérdida de la confianza que tenía en su madre. Por ello, ordenó que la vigilaran día y noche para que no volviera a cometer otro acto imprudente. 

Las provocaciones de Jaime ponían a prueba continuamente a Brienne de Tarth y aquí comenzó un largo viaje de vuelta a Desembarco del Rey. 

Tywin seguía planeando la estrategia junto a sus generales, bajo la atenta mirada de Arya como sirvienta. Los Lannister comenzaban a temer los éxitos de Robb Stark en el campo de batalla y Tywin tomó la decisión de marchar hacia Desembarco del Rey, pues Robb Stark y Stannis Baratheon amenazaban el futuro de la Corona. 

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Varys es conocido como uno de los hombres más peligrosos de los Siete Reinos | Fotograma del tráiler de la serie: HBO
Arya intentó localizar a su amigo Jaqen H'ghar para que matara a Tywin antes de que este partiera, pero vio marchar al hombre más poderoso de los Siete Reinos antes de encontrar a su misterioso amigo asesino. 

Tyrion, por su parte, intentaba buscar una solución en sus libros que pudiera servir como estrategia en la batalla que estaba por llegar, tanto contra Stannis como contra Robb, que amenazaban la seguridad de la ciudad. 

Qhorin Mediamano sabía perfectamente qué era lo que debía hacer para que Mance Rayder confiara en Jon Nieve y empezó a enemistarse con Jon delante de los salvajes, ante la confusión del joven bastardo. 

Arya encontró por fin a Jaqen H'ghar, pero era demasiado tarde para matar a Tywin, así que le dio al asesino su propio nombre, con la condición de que lo retiraría si los ayudaba a escapar a ella y a sus amigos. 

Cada conversación entre Tyrion y Cersei era una batalla, cuya brutalidad no se reflejaba por medio de espadas, sino a través de afiladas líneas de diálogo que ambos personajes se lanzaban mutuamente. 

Robb y Talisa seguían conociéndose. Las atentas miradas de los soldados los vigilaban, pues él tenía un juramento que cumplir con Walder Frey. Debía casarse con su hija. Era lo que le había prometido con tal de que lo dejaran marchar sobre el puente hacia Desembarco del Rey, cuando Robb todavía tenía la esperanza de salvar a su padre de las manos de Joffrey. Mucho había cambiado en los Siete Reinos desde la muerte de Ned Stark y mucho había cambiado en el transcurso de la guerra.

Ahora el asunto de la discusión consistía en decidir si Joffrey debía combatir a Stannis en el campo de batalla para levantar el ánimo a sus soldados o si debía permanecer protegido en el castillo. Cersei tenía muy claro que el lugar de su hijo no estaba luchando, ni muchísimo menos, pero Tyrion discrepaba. 

Ella se pensaba que cada uno de los movimientos de su hermano eran un intento de apartar a sus hijos de ella, por lo que decidió llevar a cabo su venganza, capturando a la amante de Tyrion. El único fallo en esa estrategia fue que capturó a la persona equivocada. 

Roose Bolton y Robb planeaban la reconquista de Invernalia, pero lo que el Rey en el Norte desconocía eran los planes de Lord Bolton y su hijo. El "joven lobo" tomó una decisión: no quería casarse con la hija de Walder Frey y decidió seguir su corazón durante tiempos de guerra. 

Stannis se acercaba a Desembarco del Rey y lo único que le impedía conquistar la ciudad era Tyrion Lannister. En una conversación entre el enano y Varys volvió a salir el nombre de Daenerys y sus dragones. También conocimos la verdad sobre el destino de Bran y Rickon al final de este episodio: estaban ocultos en el Norte, gracias al maestre Luwin. 

Robb se entera de la traición de Theon Greyjoy: