Domingo J. Jorge

Opinión

Curso 2020-2021: ¿En plan de protocolo Covid-19 o qué?

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A veces se expresan, comentan, hasta se dicen cosas que están vacías o no completas del contenido esperado. Esto me ha sucedido a mí, personalmente, a mí -aviso que por mi falta de competencia lingüística, seguramente, y exceso de "pueblerinismo"-, cuando he recibido al final, como el resto de los hoplitas canarios, la grata y esperada noticia de que Canarias cuenta con un "Protocolo de Covid-19 para los Centros Educativos". Sin embargo, como he escuchado en miles de mentideros de la docencia desde que salió publicado el insigne texto este miércoles 23, "mucho tiempo para construir un protocolo de prevención y actuación para la Covid-19, llevándonos la sorpresa de que casi todo lo que se expone en él ya está siendo preparado por la mayoría de los Centros desde hace más de un mes, con la idea de comenzar el Curso 2020-2021 de la forma más segura posible para toda la Comunidad Educativa, y cumpliendo además con el propósito de que los alumnos, los verdaderos protagonistas, no pierdan clases, ni el lógico crecimiento en conocimientos". ¿Es decir, si ya se está realizando la preparación del Curso por parte de los Centros, en el mismo sentido de lo que recoge el citado Protocolo, a qué se ha debido tanta tardanza en oficializar desde la Administración este texto?

La Administración ha utilizado muchas y repetidas veces un socorrido "En plan"

Esta situación la comparaba un compañero con el frecuente uso, desde hace más de una década, por parte de los alumnos y alumnas, de la expresión vacía de contenido semántico "en plan". Cuando un joven actual -y más de un adulto-, por lo menos en Canarias, no sabe qué decir, o hacia dónde dirigir su explicación, argumentación y, a veces, hasta su pregunta, emplea el tan habitual ya "en plan". Pues en este caso la Administración ha utilizado muchas y repetidas veces un socorrido "En plan", porque no sabía o no tenía muy claro qué incluir o no el tan esperado "Protocolo de Covid-19 para los Centros Educativos". Vamos que han hecho una salida fácil varias veces de "en plan", y al final nos han presentado cuál va a ser el plan perfecto, esperemos, para esta tormenta del coronavirus que seguimos sorteando. Bueno, yo los felicito, porque sí es cierto que necesitaba, como docente, un documento oficial en el que apoyarme, un referente válido, aunque ya como usuario de la Educación y profesor, me hubiese documentado y buscado información en otros lugares para saber qué debo hacer a partir de septiembre. Espero que esto, tan inusual, que me ha ocurrido a mí, le haya pasado también a alguno de ustedes, amigos lectores. De no ser así, por favor, háganmelo saber para pedir cita a mi querido amigo José Juan Rivero, que además de amigo es un buen psicólogo, y ver por dónde se me está yendo la mente y mis conductas.

Deberíamos insistir en una formación al alumnado y concienciación de la nueva normalidad frente a la Covid-19, no solo desde el espacio tutorial, sino desde el resto del equipo educativo, y de la propia familia

Me preocupa también, dentro de este Protocolo, cómo lo van a ver los alumnos. Veo o siento poca insistencia en lo educacional. Desde el día 15 de septiembre, fecha que ya también nos han adelantado en la que los alumnos volverán a clase, deberíamos insistir en una formación al alumnado y concienciación hacia la nueva normalidad frente a la Covid-19, no solo desde el espacio tutorial, sino desde el resto del equipo educativo, y de la propia familia. Me consta que ya se ha hecho durante el confinamiento de forma telemática, muchas horas dedicadas a charlas y debates con los alumnos a través de la pantalla sobre este tema, pero muestra de que se ha olvidado son los muchos rebrotes que están apareciendo por las fiestas masivas y los agrupamientos juveniles, así como demás festejos no permitidos. El Protocolo tan ansiado no hace mucha insistencia en este aspecto, o quizás espera de por sí lo hagamos.

No quiero cansarlos, porque sé que estamos en fechas de estío y además en horas de terminar de preparar nuestro centro, aulas, programaciones, y demás -sobre todo descansar si se puede-, pero me gustaría que anotáramos en nuestra agenda para septiembre, buscar formación lo más pormenorizada posible en torno a cómo actuar primero en la vuelta al aula, y luego, si se diera el caso, de qué manera lograr llevar mejor los contenidos a nuestros alumnos desde el confinamiento -en el supuesto hecho de que se diese nuevamente una situación semejante a la de los dos últimos trimestres del Curso 2019-2020-. Pero también, pediría que se insistiera entre nuestro alumnado, no solo desde la Administración, sino desde quienes dirigimos las aulas, los profesores, en que el Curso 2019-2020 no se perdió ni se dio aprobado general de ningún tipo, ni se repartieron etiquetas de Anís El Mono. No, el pasado Curso intentamos preparar al alumnado de la mejor manera que pudimos y adquirieron estos jóvenes todas la destrezas y conocimientos posibles. Y ahora, en esa educación en espiral de la que tanto se habla en LOMCE, y en la futura Ley Orgánica de Modificación de la LOE, LOMLOE -si es que empieza- continuaremos haciendo lo que realmente sabemos los profesores, EduKando. Me gustaría que se insistiera desde la comunidad educativa en señalar a los alumnos que nos se les ha dado un aprobado, sino que han conseguido un nuevo aprendizaje que les ha elevado hacia un nuevo Curso, porque entre ellos, entre los del "en plan", se barrunta lo contrario. Felices vacaciones y a reciclarnos, que siempre nos hace falta, a alumnos, profesores y familia.