Redacción

Opinión

El caso Sloane (Miss Sloane)

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Los lobbys son aquellos grupos que se dedican a presionar a empresas o gobiernos para conseguir que estos tomen las decisiones políticas o económicas que benefician sus intereses o los de sus clientes. Por lo tanto, muchas veces se les relaciona con la manipulación implícita que su trabajo conlleva e, incluso, con la corrupción en sí misma. 

Vivimos en una época en la que el desencanto hacia los políticos por parte de los ciudadanos se ha convertido en una costumbre desafortunada. Ya no sabemos cuál es el rostro exacto de las personas que deciden sobre nuestros destinos, pues el poder se ha acomodado alrededor de una estructura que permite a las grandes empresas y a determinadas personas llegar a tomar decisiones vitales para el futuro de un país desde la sombra. 

Ahí es precisamente donde los lobbys juegan sus cartas, para conseguir decantar la balanza hacia el lado que convenga (que muchas veces es el lado que paga mejor). El caso Sloane nos habla de esta realidad por medio de una compleja historia ficticia, pero que pretende acercarse mucho a la realidad política y empresarial, y que trata el delicado debate sobre la adecuada regulación de las armas en EE.UU. 

Tal es el realismo de la cinta que cuando aparecen los créditos y se encienden las luces del cine, uno se pregunta: ¿Es Elizabeth Sloane un personaje real? La respuesta acertada es que no lo es. Se trata de un personaje ficticio, interpretado por la conocida actriz Jessica Chastain, que se mete en la piel de una ejecutiva mordaz que pretende derrotar al lobby de las armas, a través de su particular grupo de presión.

La película se podría resumir como el choque entre dos colosos, formados por los poderes políticos, económicos y del mundo de la comunicación, que se enfrentan para decidir el futuro de una ley que regule quién puede adquirir armas de fuego y, sobre todo, cómo puede hacerlo. Esta premisa lleva al espectador a un viaje frenético en el que los diálogos del guion de Jonathan Perera juegan un papel fundamental. 

Jessica Chastain es una actriz estadounidense. En esta ocasión, da vida al personaje de Sloane, una mujer compleja, capaz de manipular a las personas que la rodean hasta llegar al límite con tal de conseguir lo que desea. No obstante, se trata de un personaje con muchos matices, ya que su implacable forma de trabajar y de enfrentarse a sus rivales contrasta con la ansiedad y las carencias afectivas que padece esta ejecutiva.

Chastain ha sido nominada en el pasado al Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por Criadas y señoras (2012) y a la Mejor Actriz por La noche más oscura (Zero Dark Thirty) en el año 2013. Por esta última película ganó el Globo de Oro a la Mejor Actriz en Drama y en esta pasada edición de los Globos de Oro 2017 fue nominada en la misma categoría por dar vida a Elizabeth Sloane. 

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"Asegúrate de que los sorprendes" es la frase que muestra este cartel de la película | FilmNation Entertainment

Completan el reparto Mark Strong, Michael Stuhlbarg, Allison Pill y John Lithgow. De estos actores, la cara más conocida es, probablemente, la del intérprete británico Mark Strong, que también apareció en la película Zero Dark Thrity junto a Jessica Chastain, además de dejarse ver en los filmes Mindscape (2013), The Imitation Game (2014), Before I Go to Sleep (2014) y Kingsman: The Secret Service (2015).

El director de la cinta es John Madden, un director británico que cuenta en su filmografía con películas como Shakespeare in Love (1998), La deuda (2010, en la que dirigió por primera vez a Chastain) y El Exótico Hotel Marigold (2011). 

Este thriller político nos muestra dos facetas diferentes que evidencian la delicada situación de la política actual y, por consiguiente, de las democracias. Por un lado, se enseñan los entresijos del sistema político y cómo los diferentes grupos de presión pueden llegar a decidir sobre las cuestiones más importantes en un país. 

No obstante, El caso Sloane también habla de las personas justas que son capaces de dejar a un lado sus propios intereses políticos o económicos para luchar por una causa que consideran capaz de beneficiar a la sociedad y de hacerla avanzar. Por lo tanto, esta película enseña lo mejor y lo peor de los poderosos, pero también lanza un mensaje necesario si se tiene en cuenta el panorama político de la actualidad.