Santiago Negrín

Opinión

El Espectáculo

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Fíjese usted, si una ciudad como Santa Cruz de Tenerife tendrá problemas. En medio de una Pandemia bestial que se está comiendo a barrios enteros de la capital, que además ya soportaban índices de pobreza de los más altos de Europa, y el tema estrella del Pleno de este viernes pasado en el Ayuntamiento, no era el toque de queda, que ese mismo día iba a decretar el Gobierno para toda la Isla.

No era la falta de recursos de muchos mayores, de cuya pensión viven unidades familiares de 10 u 12 personas. No era el derrumbe comercial de la ciudad.  No, el tema en el que se regocijaban los concejales de la Oposición, encerrados en su burbuja de cristal, era el derecho o no de una concejala no adscrita, Evelyn Alonso, a desempeñar sus cargos y responsabilidades en el Consistorio. Este es el nivel señoras y señores, bienvenidos el mayo espectáculo del mundo.

Tenemos barrios del Sureste de Santa Cruz con índices de exclusión social que asustan, y el importantísimo asunto a debatir eran los 3000 y pico euros, que en mes y medio ha cobrado la concejala en cuestión. No se encontró otro tema que plantear ese día. No había que buscar soluciones a los problemas concretos que la Pandemia está ocasionando, sino ver si una señora debe devolver 3000 euros.

Y no es que lo diga yo. Probablemente esta Chincheta la escribirían y suscribirían miles de chicharreros: “mira tú a este atajo de gandules, discutiendo por no sé qué rollo, de que una señora ocupe un carguito o no, y yo con mis cacharros al Banco de Alimentos”.  Sí, unos cuantos dirán que es mi demagogia neuronal, pero es lo que hay. Llámenlo como quieran, les presto mi neurona.  Sigan bailando así señores y señoras concejales, sigan bailando su patética rumba de fullera política navajera.

Bermúdez es un alcalde con aciertos y errores, pero como le escuchaba hace unos días, cuando fue preguntado por este pleno, lo dijo: “es triste, con la ciudad como está, perder un solo minuto de tiempo en estas trapisondas”. Pues sí. Puestos a perder el tiempo, lo mejor que pueden hacer, los que no tienen nada que hacer, es ir guardando todas estas bufonadas y montar un “pleno escoba”, donde limpien la basura de una sola vez. Así, hacen trabajo de limpieza, y además de ahorrarnos vergüenza ajena, le ahorran unos euritos al erario público.