La celebración de Fitur del año pasado, fuera de fecha, y la de este año, son las únicas a las que recuerdo no haber asistido en los últimos años. Los motivos profesionales me obligaban a ello, no obstante, en la distancia he seguido su evolución.

Mientras la ITB Berlín decidió anular una de las principales citas anuales del mundo en materia de turismo, Madrid siguió adelante con un Fitur que abrió decidida sus puertas para una edición que ha movido relevantes cuotas de negocio.

El Pabellón 9 el espacio de “Islas Canarias Latitud de Vida” reflejó con una intensa actividad que el vigor turístico de la comunidad autónoma está contrarrestando el embate de la pandemia. Por su parte, la consejera del área, Yaiza Castilla, afirmaba que se estaban cerrando acuerdos muy interesantes de cara al corto y medio plazo.

Algunos periodistas me mencionaron su sensación de la posible “gastronomización” de la Feria madrileña. Lo cierto es que la propuesta gastronómica (producto local + restauración) ya es indivisible del interés por viajar a un sitio u otro y va dibujando contorno de destinos no sólo turísticos sino también gastronómicos, como es el caso de las Islas.

Canarias contó con un espacio en el que Gestión del Medio Rural (GMR) del Gobierno de Canarias ha ofrecido, tanto para las tres jornadas para profesionales como las dos del fin de semana para el público en general, una serie de acciones de catas de vinos, maridajes con bocados confeccionados con productos del medallero de los certámenes Agrocanarias –organizados por el ICCA- y explicaciones por parte de un equipo de expertos que realmente completó el aforo de dicho espacio a lo largo de 19 sesiones desplegadas.

En Fitur se ha notado que muchos de los pasos de los destinos turísticos van encaminados hacia la apuesta por lo sostenible, y en buena parte, de atraer a los visitantes a través de los atractivos naturales y también basados en el conocimiento de bodegas, queserías… lo que puede entenderse como experiencias en enclaves que todo esto se presupone, que son su identidad.

“Si en 2022 todo acompaña podemos registrar una buena temporada turística; no solo tenemos una buena perspectiva en la cantidad, sino que también, estamos constatando una mejora sustancial en la calidad, tanto de las plazas aéreas que conectan con el destino como con el perfil del turista”, afirmó el presidente del Cabildo tinerfeño, Pedro Martín.

La conectividad es esencial para seguir reforzando los destinos. David Pérez, consejero delegado de Turismo de Tenerife, apuntó a la relevancia del interés por traer turistas, tanto entre nuevos operadores internacionales como United Airlines, como por operadores nacionales. Hay buenas perspectivas para este mercado “con dos millones y medio de plazas de avión disponibles ahora mismo”.

Una pena y una satisfacción. Una pena no haber podido asistir al acto de entrega en Fitur, del premio que concede La Asociación Española de Periodistas y Escritores de Turismo, adscrita a la Federación Mundial, Fijet World, que eligió como mejor hotel de España al Royal River Luxury Hotel & Spa, situado en Costa Adeje.

Por otro lado, es una gran satisfacción por lo merecido de la distinción. Como ya han recogido otros medios, el Presidente del Grupo Golf Resort, Jose Fernando Cabrera, “este premio es una gran satisfacción para nuestros directivos y empleados, y para Tenerife. El Royal River es un hotel que representa las características de una isla maravillosa para disfrutar de las vacaciones como es Tenerife, con villas independientes, gran nivel de decoración, grandes espacios verdes, agua, vegetación y un alto nivel de gastronomía”. Quería felicitar a mi amigo Jose Fernando Cabrera y a toda su familia. El trabajo bien hecho, da estos frutos.   

Corviniano Clavijo
Presidente de Crónica del Atlántico Hoy, S. L.