Redacción

Opinión

'La justicia de la reina' y 'Botines de guerra'

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Episodio 3: "La justicia de la reina"

Jon Nieve, el Rey en el Norte, llega a Rocadragón para su encuentro con Daenerys. Lo que está claro es que la serie se dirige hacia el ansiado final y ya no hay tiempo para andarse por las ramas. La alianza entre la Madre de Dragones y el Norte parece ser imprescindible para los habitantes de Poniente, pero las diferencias se dejan ver con claridad en el primer encuentro entre Jon y la joven Targaryen.

Uno de los momentos más importantes del capítulo ha sido muy sutil, pero puede dar muchas pistas de hacia dónde se puede dirigir la trama y, por supuesto, también ha dado lugar a muchos rumores y teorías por parte de los fans. Este momento tuvo lugar cuando Jon se dirigía con Tyrion al castillo de Daenerys y decía claramente: "Yo no soy un Stark", justo cuando un dragón gigante le rozaba sobrevolando su cabeza. Ya sabemos, gracias a las visiones de Bran, que Jon no es un bastardo, pues es el hijo de Rhaegar Targaryen y de Lyanna Stark, aunque él no lo sabe. 

Las intrigas siguen formando una parte fundamental de la serie, con personajes como Meñique, Varys o Melisandre manejando los hilos del poder desde la sombra. 

Theon Greyjoy logró huir de la emboscada llevada a cabo por su tío Euron, pero su hermana Yara no tuvo la misma suerte y tampoco la tuvieron Ellaria Arena ni su hija, a las que Cersei termina torturando de una forma tan cruel como sutil, algo que forma parte del estilo de la nueva ocupante del Trono de Hierro. 

Por otra parte, el Banco de Hierro empieza a tomar un papel más importante en la guerra y busca de una forma calculadora quién ganará la contienda en términos de dinero. De momento, Cersei es la mejor opción que tienen. 

Jon tiene dificultades para convencer al bando de Daenerys de que el Rey de la Noche es una amenaza real, a pesar de que suene a un imaginativo cuento de hadas. Finalmente, Tyrion es una pieza clave para que la nueva aspirante al trono decida darle a Jon la posibilidad de sacar del suelo los minerales y las armas capaces de derrotar a los muertos, que se encuentran bajo la tierra de Rocadragón. 

Bran llega a Invernalia después de tanto tiempo; Jorah Mormont y Sam se despiden con un buen apretón de manos; los Inmaculados conquistan Roca Casterly; y, finalmente, Jaime se dirige a la conquista de Altojardín. Los Lannister no tienen muchas dificultades de conseguir la victoria y todo esto culmina con una de las escenas más brillantes de la serie, entre Jaime Lannister y Lady Olenna, cuando ella le confiesa que fue ella la que mató a Joffrey, después de beberse el veneno que le ha dado Jaime. 

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Brienne y Podrick en uno de los fotogramas del tráiler de la serie (HBO), cuando ven a los Stark reunidos por fin, en el que el joven escudero le dice a Brienne: "Lady Stark estaría orgullosa", ya que Brienne juró a Catelyn proteger a la familia Stark. 

Episodio 4: "Botines de guerra"

Después de la victoria de los Lannister en Altojardín, el botín, el dinero y el oro están en poder de Cersei para que pueda pagar la gran deuda que le debe al Banco de Hierro. Parece que la reina se está saliendo con la suya y que va ganando el terreno que tenía perdido. 

Meñique y Bran tienen una de las conversaciones más importantes de toda la serie en una escena que es posible que haya pasado más desapercibida de lo que debería, debido a la sutileza de la misma. Sería un error caer en las teorías que circulan por Internet, pero no hay que pasar por alto el hecho de que Bran le repite a Meñique una frase que este dijo en la tercera temporada de la serie: "El caos es una escalera", después de que el ambicioso personaje le diera la daga que casi mata a Bran en la primera temporada. La cuestión y la intriga reside en el hecho de que ahora Bran lo ve todo (o casi todo), al haberse convertido en el Cuervo de Tres Ojos. 

Arya regresa a Invernalia después de la primera temporada, cuando tuvo que abandonar su hogar para ir al Sur. Por fin, Sansa, Bran y Arya están juntos otra vez y hay tres Stark en Invernalia. Arya demuestra sus habilidades como guerrera al enfrentarse en un entrenamiento a Brienne, ante la atenta mirada cínica de Meñique. 

Uno de los momentos más esperados de la serie ha sido el encuentro entre Daenerys y Jon, pues se ha especulado en las redes y en Internet sobre un posible romance entre los dos personajes. De momento, la política no deja tiempo para nada más, pero la atracción entre ambos se hace evidente cuando Jon le enseña los dibujos en las cuevas, que son una prueba de que los Caminantes Blancos existen. 

A pesar de su poderío, Daenerys se entera de que ha perdido las flotas de Dorne y también la de los Greyjoy y desata su furia contra Tyrion, que en todo momento la ha animado a ser cauta con sus movimientos militares. Esta rabia por parte de la Madre de Dragones contra Tyrion es comparable al gran odio que le demuestra Jon a Theon cuando se reencuentran. 

El episodio termina con la secuencia de guerra más espectacular de toda la serie y muy posible, una de las secuencias más complejas jamás rodadas en televisión. Fue rodada en España y muestra el enfrentamiento entre los dothrakis, encabezados por Daenerys montando a su dragón, y el ejército Lannister, dirigido por Jaime. Los creadores de la serie aseguran que fue muy difícil para ellos escribir esta secuencia, "ya que en ella se enfrentan dos personajes muy queridos por el público y que están en bandos opuestos". 

Este final de episodio es digno de ver, por lo que no vamos a desvelar lo que ocurre. Solo se puede decir una cosa: ver para creer. Juego de Tronos demuestra cada temporada ser una de las mejores series de los últimos tiempos. 

Un adelanto del capítulo 5: "Guardaoriente"