Santiago Negrín

Opinión

No somos diferentes...

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No soy sospechoso de no defender a los profesores. Yo mismo soy docente y en unos días tendré que enfrentarme a esa realidad en forma de 30 alumnos, que me esperan. Por eso me siento más que autorizado a hablar de esto. No hago más que oír a muchos profesores que tienen miedo de ir a clase. Miedo a contraer el Covid-19. Lo entiendo, y sé que esto no va a gustar, pero... no somos diferentes.

Seamos sinceros, seamos profesores o no, hemos estado todo el verano para arriba y para abajo. Muchas veces sin mascarillas, ni distanciamiento social, metiéndonos en bares, playas y piscinas a reventar, en reuniones y celebraciones, etc. Y ahora cuando tenemos que volver a clase, al trabajo, nos entra el miedo.

Mis alumnos me esperan, y planteándome el “miedo”, me he planteado, más aún, comenzar a enseñarles cuanto antes, para eso me prepararon y a ello me dispongo. Y me tendré que adaptar a la “pendejada” de la nueva normalidad, tomando y exigiendo, desde luego, todas las medidas higiénicas posibles. Compañeros míos, de diferentes empresas, conviven con más de 30 personas en una misma sala y se lo tienen que comer, les guste o no. Los profesores no somos, ni deberíamos ser diferentes, siempre tomando las medidas preventivas para evitar posibles contagios,

¿Qué hacen esos trabajadores con sus niños? Ellos no están preparados para darles clase y tampoco pueden abandonar sus puestos de trabajo. Creo que los profesores tenemos que dar la talla como lo están haciendo los sanitarios. Aquí todos los “curritos” tenemos la obligación de adaptarnos a la situación. Creo que algunos de mis compañeros tienen la piel demasiado fina.

El virus va a estar con nosotros durante mucho tiempo y nuestros niños tienen que dar clases presenciales. Igual de expuesta está cualquier persona que trabaja en un supermercado o en un hotel. Hay farmacéuticos, transportistas, dependientes, enfermeros, médicos, y un largo etc. Como profesores deberíamos cumplir con lo nuestro, igual que hacen los demás. Se espera que estemos a la altura. No somos diferentes...y sé que esta Chincheta no va a gustar, pero como decía Oscar Wilde: “Cada vez que la gente está de acuerdo conmigo, siento que me estoy equivocando”. Pues eso...