Orgullo canarista

José Jesús Pérez

Cuando no sabes por dónde empezar, pero tienes claro lo que quieres decir, es que algo ha ido mal. Y tanto. Todo fue mal en el partido que el CB Canarias, La Laguna Tenerife, perdió frente al todopoderoso Real Madrid. Todo.

No fue el equipo que prepara Chus Vidorreta el conjunto aguerrido, acertado, orgulloso, que hemos visto a lo largo de esta exitosa temporada. Ni mucho menos. No le faltaron ganas, pero se dejó ganar terreno por un rival con un nombre y una historia extraordinaria.

Favoritismos

Nada más lejos de mi intención en este artículo que tratar de justificar una derrota tan merecida como clara, tan clara como merecida, que culpar a factores externos de que lo que ocurrió. Ni mucho menos.

Pero es cierto que, en esta Liga ACB, que sigo casi desde que nací, siempre han existido los favoritismos. Me explico, si puedo. Qué sería de una Liga nacional si la ganase un club que ni siquiera es admitido a jugar la Liga Europea porque no tiene nombre.

Gran Canaria y CB Canarias, nuestros dos representantes en la competición, han hecho méritos desde hace mucho tiempo para poder optar a un puesto entre los mejores de Europa. Pero no. Esta es la Superliga que Florentino quiere implantar también en el fútbol, donde los “pequeños” son ignorados en beneficio de los de siempre.

Los intocables

Y me centro en lo ocurrido en el partido del Santiago Martín. Hoy, en “La Hamburguesa” se ha perpetrado, una vez más, un “atentado” deportivo sin precedentes… Bueno, sí. Los precedentes de siempre. Real Madrid y FC Barcelona son intocables. Y en una competición en la que el equipo culé ha demostrado que no está para pelear por lo más grande no se puede permitir que un “pequeño” plante cara.

Con todo esto no quiero decir que el Real Madrid no mereciera ganar este partido. Lo mereció con creces. El Canarias estuvo mal. Pero me pregunto qué habría pasado si los árbitros hubieran medido con el mismo rasero a los dos conjuntos.

Resurgir de las cenizas

En el último y definitivo cuarto, después de la “cera” de los blancos durante todo el partido, cuando faltaban sólo cuatro minutos para el final, el Real Madrid había sido castigado con…dos personales.

Las “challenges” -petición de revisión de jugadas- no sirven de nada. Favorecen siempre al grande. Este baloncesto, como el fútbol de los tiempos del VAR, está viciado.

Y todo esto no sería un “atentado” si no fuera porque desmonta la ilusión de una afición que sí es grande. Muy grande. Como este CB Canarias, que resurgió de las cenizas para luchar con el Real Madrid por el liderato de la mejor Liga del viejo continente.

¡Gracias Canarias!